Enlace Judío – La peculiar estructura del nuevo gobierno encabezado por Benjamín Netanyhau apenas da lugar a visiones optimistas sobre los cursos que Israel adoptará a partir de su despegue oficial.

El carácter y las ideologías de los futuros ministros de su gabinete representan dispares sectores políticos-religiosos. Algunos de ellos ya gravitan en controversiales decisiones gubernamentales – desde el impulso favorable a la masiva colonización y anexión de Judea y Samaria hasta la reorientación de los programas escolares con la declarada intención de poner superior acento a
valores insertos en las páginas bíblicas y talmúdicas en detrimento del quehacer científico.

En estas circunstancias toma superior importancia y relieve tanto el agravamiento de crecientes tensiones con la importante minoría árabe en el país, la quinta parte de la población israelí, como los temores del Rey Hussein de Jordania que ejerce hasta aquí un celoso control de los recintos musulmanes sagrados en Jerusalén oriental.

Y a estas circunstancias cabe agregar las intrigas y el descontento en Ramala cuando el presidente Abu Mazen se inclina a abandonar el puesto a sus 86 años, circunstancia que acentúa las ásperas divergencias por la sucesión entre grupos y líderes en esta ciudad como en los poblados árabes vecinos.

Ciertamente, el ascenso de Bezalel Smotrich como ministro de Finanzas y autoridad militar implica que todos los sectores religiosos en el país, sin importar las marcadas diferencias entre ellos, se verán beneficiados por el presupuesto nacional sin aceptar necesariamente la plena legitimidad del Estado judío y de las instituciones vinculadas con la Corte Suprema de Justicia.

En cualquier caso los sectores ortodoxos continuarán absteniéndose de tomar creativa parte en aventuras intelectuales como la medicina, las matemáticas, la física, la revolución cibernética y la moderna historiografía, entre otros temas.

Por añadidura, el escenario gubernamental conoció tensiones en las últimas semanas. Después de conceder importantes puestos ministeriales a los sectores nacional-religiosos, Bibi intenta en los últimos días ofrecer carteras ministeriales aalgunos miembros del Likud que gozan de su personal confianza.

Cabe agregar que las protestas de parte de importantes figuras por él marginadas no han conducido de momento a un quiebre del partido. Para este hecho se precisa por lo menos la acordada separación de cuatro líderes del Likud. Perspectiva improbable en estos días.

Y más allá de estas circunstancias y tensiones que hoy abruman el espíritu democrático del país juzgo que dos probables acontecimientos cambiarán sustancialmente los escenarios en el país y en el Medio Oriente.

El primero alude a los múltiples actos de violencia en los territorios controlados por la Autoridad Palestina. Tienen dos causas: los ásperos forcejeos en este marco dirigidos a coronar un nuevo líder en lugar del envejecido Abu Mazen. Y fuerzas palestinas que agreden, o se defienden, en los marcos de las colonias judías ilegalmente levantadas en Judea y Samaria.

Filosos contrapuntos que podrían manifestarse en el interior del país como ya ocurrió en tiempos idos. Así, estimo que con nuevos y amplios recursos las agresiones de grupos palestinos asumirán superior alcance y gravitación. Por estos hechos anticipo una Tercera Intifada.

Y en estas emergentes circunstancias la segmentación del alto mando militar israelí, resultado de las extraordinarias facultades concedidas a Bezalel Smotrich y a Ben Gvir, creará obstáculos a un equilibrado diálogo o resistencia con las fuerzas contestarias palestinas.

Cabe agregar que probables y violentos desencuentros en Judea y Samaria no se ajustarán a las mesuradas normas que desde hace años han adoptado las fuerzas militares del país. En parte controladas desde ahora por la pareja Smotrich – Ben Gvir que predica la plena adhesión de estos territorios, el alto mando militar nada podrá hacer para frenarla.

En estas circunstancias una nueva y mejor organizada intifada o insurrección palestina sumará aliento en contra de las aspiraciones anexionistas que ni Smotrich ni Ben Gvir esconden, aspiraciones ya formalmente aceptadas por Netanyahu.

Por añadidura, este agitado escenario puede conducir a un deliberado y violento choque militar entre Israel e Irán.

Si se verifica, para Jerusalén tendría por objetivo desmantelar la capacidad tecnológica-militar de Teherán con el propósito de deshacer el peligro nuclear y auspiciar un cambio de gobierno y de rumbos que recordarían los pasados tiempos del Shah.

Y para Irán, destruir a Israel.

Por supuesto, no es fácil anticipar si en este probable choque Israel merecerá el respaldo de EE.UU., de Europa y de países en la península árabe.

Y algo más: los nexos entre las diferentes ramas del judaísmo en el mundo conocerán tensiones que hasta el presente Israel y organizaciones judías han intentado frenar. Sostengo que el ascenso neokahanista propiciado por la pareja Smotrich-Ben Gvir alterará sustancialmente estos escenarios.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.