Enlace Judío – Con firmeza y sin temor alguno Esther Hayut , en su calidad de Presidenta de la Corte Suprema de Justicia en Israel, censuró hoy sin reservas la intención del gobierno presidido por Benjamín Netanyahu encaminada a abolir la libertad pública en el país.

En el curso de su prolija exposición que llegó a todos los rincones señaló que la democracia israelí ha acertado en superar crisis y severos trastornos a pesar de las guerras que abrumaron al país así como las tensas relaciones entre diferentes facciones que en él conviven.

Con calma y equilibrio excepcionales, la juez Hayut señaló que los cambios patrocinados por la nueva coalición jefaturada por Benjamín Netanyahu alejan sustancialmente a Israel de países democráticos como Estados Unidos e Inglaterra, que en múltiples ocasiones respaldaron la existencia y las libertades que desde su nacimiento conoce.

Sus palabras fueron enriquecidas y ampliadas por la fiscal general Gali Baharav Miara. También ella indicó que la nueva coalición gubernamental aspira a minimizar el peso del poder jurídico en el país en favor del ejecutivo y parlamentario hoy controlado por Benjamín Netanyahu.

La intención apenas confesada por sus partidarios: liberar a Bibi de los cargos y del juicio que hoy se desenvuelve en Jerusalén.

Estas dramáticas presentaciones difundidas por todos los medios televisivos y radiales justifican y apresuran las masivas protestas públicas que tendrán lugar la noche del próximo sábado, si no antes, en las principales ciudades del país.

El personaje que hoy controla a las fuerzas policiales, Itamar Ben Gvir, ha ordenado frenar y reprimir con diferentes recursos estas expresiones. Instrucciones que alteran severamente la libertad de expresión y protesta que hasta aquí había conocido el país.

Se trata de una trágica y oscura constelación que no solo lesiona severamente el sistema democrático y la libertad ciudadana. Pienso que tendrá severas repercusiones en las diásporas judías que hasta aquí han gozado de amplias y generosas libertades.

Y me permito una nota personal: esta trágica constelación que debilita la libertad  individual y pública me conduce a meditar en la calidad de decisión que tomé hace seis décadas cuando resolví llegar a este país para vivir y convivir con él.

¿Me equivoqué? ¿Se trata de un trastorno pasajero? ¿Israel reencontrará el camino?

Los futuros días hablarán.

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