Enlace Judío – El gobierno de Israel aprobó la transferencia de la unidad del Ministerio de Educación responsable de los programas extracurriculares al viceministro en la Oficina del Primer Ministro, Avi Maoz, informó Haaretz.

Avi Maoz, el único diputado del partido extremista Noam, es uno de los políticos de extrema derecha de la Knéset, con puntos de vista antipluralistas y posiciones sexistas, homofóbicas y antiárabes.

La propuesta, que aún requiere la aprobación de la Knéset, incluye el traslado de unidades del Ministerio de Igualdad Social a la Oficina del Primer Ministro.

La decisión del gabinete está en línea con el acuerdo de coalición entre el partido de Maoz y el Likud, según el cual la unidad del Ministerio de Educación responsable de los programas extracurriculares, incluido su presupuesto y personal, pasaría a manos de una nueva unidad dirigida por Maoz.

La unidad otorga contratos a organizaciones sin ánimo de lucro y empresas responsables de los programas educativos en las escuelas israelíes.

Fuentes del ministerio aclararon que si bien la unidad es relativamente pequeña, su papel en la investigación de todos los programas externos autorizados para aplicarse en las escuelas le da un papel central en el “núcleo pedagógico” del ministerio.

La unidad desempeña un papel vital no solo en la educación, sino también en el ámbito psicológico y social, entre otros. Según las fuentes, el traslado de la unidad fuera del ámbito del ministerio complicará su trabajo.

“Es una medida inquietante”, dijo un funcionario del Ministerio de Educación. “Si de verdad se quita la responsabilidad de los programas externos al Ministerio de Educación y se da a otro organismo cuya regulación no está clara, puede echar por tierra todos los esfuerzos del ministerio de los últimos años. Se hicieron esfuerzos para incluir una variedad de voces, voces que tememos que ahora se vean minimizadas”.

En respuesta a la medida, decenas de autoridades locales advirtieron que no permitirán que Maoz influya en el contenido de sus programas educativos y se comprometieron a financiar programas que el gobierno podría dejar de apoyar, como los destinados a promover la tolerancia, los derechos humanos y la igualdad de la comunidad LGBTQ.

Además, 160 profesores de diversas instituciones académicas se inscribieron en una base de datos lanzada la semana pasada, que permite a los directores de escuela invitarlos gratuitamente a dar conferencias. Hasta ahora, cerca de 40 directores han utilizado la base de datos para contactar a los ponentes.

El ministro de Educación, Yoav Kisch, señaló que dirige una “campaña para poner fin a los programas que difaman descarada y directamente al pueblo de Israel y a las FDI”.

“El ministro pretende fortalecer la identidad judía y preservar los intereses, valores e independencia de todas las partes de la población”, dice el comunicado.

Su predecesora, Yifat Shasha-Biton (Hamajané Hamamlajtí) dijo en respuesta que “en un país bien dirigido, una persona cuya fe es el odio no recibirá el control sobre los contenidos que aprenden los niños. Una personalidad tan oscura como Maoz no debería dirigir la unidad que controla la educación extracurricular”.

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