Enlace Judío – Un reporte del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv advierte que la reforma judicial prevista por el actual gobierno de Israel podría socavar la democracia y afectar las relaciones estratégicas con Estados Unidos, informó Haaretz.

El informe relaciona la creciente polarización y el deterioro de la resiliencia en la sociedad israelí con la reciente crisis política, y advierte que estas cuestiones y el riesgo que suponen para la posición internacional de Israel son amenazas importantes.

Actualmente, Israel “tiene una posición militar e internacional más fuerte” que sus enemigos exteriores, afirma en el informe Tamir Hayman, director general del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional. Sin embargo, advierte, “2023 plantea una serie de desafíos que podrían alterar este equilibrio”.

El informe explica a continuación que la amenaza al sistema de pesos y contrapesos de la democracia israelí y los intentos de debilitar el sistema judicial del país aumentan la polarización dentro de la sociedad, y debilitan su resiliencia, “un componente crítico para hacer frente a las amenazas externas de Israel“.

El discurso de la derecha, y del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, en particular, podría llevar a una excesiva vigilancia policial de los ciudadanos árabes, lo que podría “debilitar la democracia israelí en lo que respecta a la protección de los derechos individuales y de las minorías”.

“La creciente tensión entre judíos y árabes en el país, así como la radicalización nacionalista, plantean amenazas significativas y entrelazadas”, añade el informe, destacando el riesgo de que los ciudadanos “sientan falta de control e inseguridad personal”, lo que podría llevarlos a “tomar la justicia por su mano y formar milicias armadas”.

Los intentos de debilitar el sistema judicial y aprobar leyes antidemocráticas también pueden dañar la posición internacional de Israel y sus relaciones con los países occidentales, especialmente con Estados Unidos. Esto, según los investigadores, pone en peligro a corto plazo la seguridad y los intereses regionales del país.

Este riesgo tiene su origen en el aumento de la competencia entre las potencias internacionales, que según el informe podría obligar a Israel a “adherirse a normas más estrictas de democracia liberal”, ya que se espera que Estados Unidos sea menos tolerante con los países que desafían el orden mundial y los valores democráticos liberales.

Los investigadores consideran que este es el desafío más importante del gobierno de Netanyahu, y subrayan que cualquier daño a la relación entre Estados Unidos e Israel “repercutiría directamente en la gestión de otros frentes por parte de Israel“.

En Estados Unidos, “la creciente polarización y radicalización en ambos lados del espectro político” respecto a Israel agravan esta cuestión y afectan al campo pro-Israel, advierte Hayman.

“El control progresista sobre los jóvenes, la deslegitimación de Israel y del sionismo que percibe [al país] como una expresión de la supremacía colonial blanca, aunado al creciente antisemitismo y racismo, desafían el estatus y la legitimidad que Israel ha disfrutado en Estados Unidos durante muchos años”, afirma.

Por ello, Hayman advierte a los políticos israelíes contra “movimientos percibidos como perjudiciales para la democracia o para cambiar la relación con los palestinos, así como pasos que parezcan insuficientemente alineados con Estados Unidos y Occidente en relación con China y, más concretamente, con Rusia“.

El colapso de la Autoridad Palestina es considerada la amenaza más urgente para Israel, aunque no la más extrema. “La continua existencia de la Autoridad Palestina, a pesar de sus inconvenientes, es claramente en interés de Israel“, afirma Hayman. Advierte que la falta de una solución viable para “el final de la era de Mahmoud Abbas en un contexto de creciente descontento y frustración entre la juventud [palestina]”, puede generar un repunte de la violencia.

La mayor amenaza que enfrenta Israel, según el informe, es Irán. En los últimos años, especialmente desde la invasión rusa a Ucrania, Occidente ha puesto menos atención al Medio Oriente y se ha concentrado en Rusia y China.

Hayman afirma que “se espera que el foco internacional se desplace hacia las regiones Indo Pacíficas y Europa“, y añade que los investigadores ya han observado un intento de Estados Unidos de “limitar tratar con la amenaza nuclear de Irán“, en medio de “una menor atención a la lucha contra el terrorismo y Oriente Medio“. Esto deja a Israel y a otros países de la región solos para hacer frente a la amenaza nuclear iraní y a los intentos subversivos.

El presidente Yitzhak Herzog, quien recibió el informe, comentó sobre sus conclusiones : “El frente más preocupante es el que el informe denomina ‘frente interno’. La seguridad de Israel está estrechamente ligada a su resiliencia nacional”, dijo.

Describiendo la crisis en Israel para hacer frente a “las más profundas diferencias de opinión sin renunciar a la fe en nosotros mismos y en nuestra capacidad de vivir juntos como una nación”, Herzog subrayó que “salvar las diferencias, incluidas las políticas, es quizá el paso más importante para proteger la seguridad, la estabilidad y el crecimiento de Israel“.

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