Enlace Judío – La presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Israel, Esther Hayut, exigió al gobierno detener la legislación de la reforma judicial mientras el presidente Yitzhak Herzog dirige un proceso de mediación para negociar un compromiso. La demanda fue rechazada por el primer ministro Benjamín Netanyahu y por el ministro de Justicia, Yariv Levin, informó The Times of Israel.

Según el reporte del Canal 13 israelí, Herzog ha estado trabajando durante varias semanas para mediar entre la presidenta de la Corte Suprema de Justicia y el gobierno, en medio de una oposición generalizada en Israel a la propuesta de Levin para limitar severamente la independencia del Poder Judicial.

El presidente propuso formar un equipo de juristas para iniciar un proceso de negociación y presentó un esbozo a Hayut, quien aceptó la propuesta con la condición de detener “completa e inmediatamente” los procedimientos para la reforma judicial. Netanyahu y Levin se negaron a la demanda y el proceso de mediación se estancó, informó el Canal 13.

En respuesta al reporte, el diputado Simja Rothman, presidente del Comité de Constitución, Derecho y Justicia de la Knéset, criticó duramente la demanda de Hayut.

“El debate en el comité es la savia de la democracia israelí y aquel que pretenda detenerlo como condición para el diálogo en realidad no quiere dialogar”, declaró Rothman durante una audiencia del comité.

“Si yo dijera que detengo la reforma mientras la Corte Suprema detiene sus audiencias, no revoca leyes ni nombramientos, no escucha peticiones sobre cuestiones políticas y congela la situación hasta que hablemos, habría gente que diría con razón que estoy interfiriendo en la independencia del Poder Judicial y perjudicando la separación de poderes”.

“El intento de la presidenta de la Corte Suprema de interferir en los procesos legislativos en la Knéset es una grave violación de la separación de poderes, y todo el parlamento, la coalición y la oposición, deberían decir que esto es inaceptable”.

Argumentó que la Corte Suprema rechazó todas las propuestas para reformar el sistema judicial en el pasado.

Rothman, del partido Hatzionut Hadatit, extendió una invitación a Hayut para dirigirse al comité, diciendo que “le daría todo el tiempo del mundo para escuchar atentamente lo que tenga que decir”.

La semana pasada, Herzog hizo un llamamiento a los dirigentes israelíes para que “muestren responsabilidad… tómense el tiempo necesario para este debate crítico”, dijo y advirtió que la confrontación en torno a la reforma judicial “podría consumirnos a todos”.

“La ausencia de diálogo nos está desgarrando por dentro y les digo alto y claro: este polvorín está a punto de explotar. Esta es una emergencia”, dijo.

“La reforma drástica, cuando se hace rápidamente sin negociación, despierta oposición y profundas preocupaciones entre el público”, subrayó e instó al gobierno a escuchar las voces de las diversas comunidades de Israel.

Los planes de reforma judicial han suscitado intensas críticas y advertencias de destacados expertos en economía y leyes, así como protestas masivas semanales y peticiones públicas de diversos funcionarios, profesionales, destacados economistas, empresas, académicos, el sector tecnológico israelí y otros.

A principios de mes, Hayut se manifestó en contra de la reforma judicial y advirtió que la medida asestará un “golpe fatal” a la identidad democrática del país.

La presidenta de la Corte Suprema de Justicia declaró que la reforma socavará fatalmente la independencia del Poder Judicial, dará a la Knéset un “cheque en blanco” para aprobar cualquier ley que le plazca, incluso en violación de los derechos civiles básicos y negará a los tribunales las herramientas necesarias para servir como contrapeso al Poder Ejecutivo.

El ministro de Justicia, Yariv Levin, que impulsa la reforma, criticó el discurso de Hayut, diciendo que esto confirma que el sistema judicial se ha politizado, y la reprendió por violar las reglas de ética de los jueces.

El domingo, el exfiscal del Estado Moshé Lador, quien supervisó el procesamiento del exprimer ministro Ehud Olmert, advirtió que la reforma judicial se está impulsando de una manera contundente y con mano dura que… cambiará la faz de la nación”.

Dijo que Netanyahu sabe que está en peligro debido a su juicio en curso por cargos de corrupción y está trabajando para despojar al Poder Judicial con el fin de salvarse de la cárcel.

Argumentó que Netanyahu debería haberse excusado en virtud del acuerdo de conflicto de intereses por el que se le permitió seguir ejerciendo como primer ministro mientras avanza su juicio penal, siempre que no tuviera nada que ver con ninguna formulación de políticas que pudiera afectar al mismo.

“No detener a Netanyahu y no exigirle excusarse es un error muy grave, y nos está llevando a la destrucción de la democracia”, dijo Lador, quien también hizo un llamamiento a continuar la protestas masivas contra la reforma judicial.

Netanyahu está siendo juzgado en tres casos de corrupción, por delitos de fraude, abuso de confianza y soborno. Él niega haber cometido irregularidades y afirma ser víctima de un intento de golpe político dirigido por la policía, la fiscalía, los medios de comunicación y la oposición de izquierda.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío