Enlace Judío – Las Federaciones Judías de América del Norte (JFNA) pidieron al primer ministro Benjamín Netanyahu y al líder de la oposición Yair Lapid abrazar la propuesta del presidente Yitzhak Herzog para llegar a un compromiso sobre la reforma judicial, informó The Times of Israel.

En una carta pública, dirigida a Netanyahu y a Lapid, la organización, que representa a cientos de federaciones de Estados Unidos y Canadá, advierte específicamente en contra de legislar una “cláusula de anulación” que permitiría a la Knéset anular las decisiones de la Corte Suprema de Justicia con una escasa mayoría de 61 votos y sostiene que un “cambio tan drástico” tendrá importantes ramificaciones en Norteamérica.

“La esencia de la democracia es tanto el gobierno de la mayoría como la protección de los derechos de las minorías”, escribió el grupo.

“Reconocemos que cualquier sistema de pesos y contrapesos será diferente al de nuestros países, pero un cambio tan drástico en el sistema de gobierno israelí tendrá consecuencias de gran alcance en Norteamérica, tanto dentro de la comunidad judía como en la sociedad en general”, continuó.

La organización subrayó su “profundo y perdurable amor por el Estado de Israel” y manifestó su preocupación por el “debate cada vez más hostil” en torno a los planes del gobierno de debilitar el Poder Judicial.

Pidió a Netanyahu y Lapid así como a los líderes de los partidos políticos de Israel, y a los impulsores de la reforma, abrazar la propuesta de Herzog para un consenso entre la coalición gobernante y la oposición.

“El presidente Herzog cuenta con el respeto y la admiración de los judíos de todo el mundo, al igual que ustedes dos. Cualquiera que sea la decisión final en estas cuestiones, este proceso garantizará que se tengan plenamente en cuenta las opiniones de todas las partes interesadas”, dice la carta.

JFNA se unió a una creciente lista de grupos judíos internacionales que piden un compromiso sobre la reforma judicial.

A principios de esta semana, el movimiento internacional Conservador Masortí se manifestó en contra de los cambios propuestos, y pidió frenar la legislación, advirtiendo que la cláusula de anulación “destrozará el ya frágil equilibrio entre los poderes del gobierno de Israel“.

La semana pasada, el movimiento sionista religioso Mizraji Mundial, de mayoría derechista, hizo un llamamiento similar a los partidos políticos de Israel para negociar la reforma judicial, afirmando que está “profundamente alarmado y preocupado por la división y el tono virulento” de las actuales propuestas para revisar el sistema judicial.

Mizraji Mundial, un movimiento ortodoxo, destacó la necesidad de un “amplio consenso” antes de realizar grandes alteraciones estructurales en el sistema gubernamental israelí, señalando las cicatrices duraderas de épocas anteriores en las que “el gobierno realizó cambios controvertidos de gran alcance, como los Acuerdos de Oslo y la retirada de Gaza… con una escasa mayoría, cuando alrededor de la mitad de los ciudadanos de Israel se vieron obligados a algo que consideraban catastrófico”.

“Es necesario aprender de acciones pasadas para garantizar un cambio positivo y sostenible de forma que el tejido interno de Israel se vea reforzado y no, Dios no lo quiera, amenazado”, afirmó la organización en un comunicado.

La Liga Antidifamación (ADL), con sede en Estados Unidos, hizo una llamado similar.

“Imploramos a todas las partes que demuestren un liderazgo responsable y eviten la retórica incendiaria. En un momento de creciente antisemitismo en todo el mundo, el pueblo judío no puede permitirse tanta aspereza y división. Pedimos a todas las partes en Israel y en la Diáspora continuar comprometidas con un compromiso razonable y un diálogo constructivo”.

Quince filántropos judíos y fundaciones benéficas, entre ellos el cofundador de Birthright, Charlies Bronfman, pidieron a Netanyahu reconsiderar los planes de su gobierno y entablar un diálogo sobre la reforma judicial, informó JTA.

“Debido a nuestro amor por Israel, estamos profundamente preocupados por este intento de limitar la independencia del Poder Judicial, una de las características clave que hacen de Israel una de las democracias más vibrantes del mundo”, dice la carta.

Argumenta que el sistema político de Israel carece de muchos pesos y contrapesos existentes en otros países, como un parlamento con dos Cámaras, por lo que la independencia de la Corte Suprema es un componente esencial de la democracia israelí. La carta también afirma que se requieren algunas reformas en la Corte.

“El único contrapeso al legislativo y al ejecutivo es un Poder Judicial independiente, que, aunque imperfecto, desempeña un papel fundamental para salvaguardar los derechos y las libertades de todos los israelíes y garantiza que las leyes del país se apliquen con y justicia y equidad”.

“Aunque comprendemos que la reforma judicial fue un tema de campaña y que muchos israelíes votaron por la coalición gobernante con la esperanza de que se hagan cambios en el Poder Judicial del país, creemos firmemente que la democracia exige un diálogo. Una legislación rápida sin un diálogo adecuado puede socavar los pesos y contrapesos que constituyen el núcleo de la democracia israelí, amenazando relaciones críticas tanto dentro del país como entre Israel y la diáspora”.

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