Enlace Judío – Un destacado economista que en el pasado dirigió la política fiscal de Israel advirtió que las medidas del gobierno para debilitar el Poder Judicial podrían dejar la economía en ruinas y tachó de “insulto a la inteligencia del pueblo” los actuales intentos de la coalición de calmar las crecientes preocupaciones a la economía del país, informó The Times of Israel.

Jacob Frenkel, gobernador del Banco de Israel de 1991 a 2000 y exdirector ejecutivo de JP Morgan Chase International, señaló que la imagen de Israel en el mundo deteriora con el avance de la reforma judicial, e importantes empresas e inversionistas están retirando sus fondos.

“Debería preocuparnos mucho”, declaró Frenkel al Canal 12 sobre el debilitamiento del shekel, que en el último mes ha perdido casi el 10 por ciento de su valor en relación con el dólar estadounidense.

“El [valor del] shekel es un reflejo de la realidad que hay detrás. Vivimos una situación de incertidumbre total: incertidumbre económica, incertidumbre política e incertidumbre institucional, que afecta a todos los componentes de la economía: consumidores, fabricantes, inversionistas, el ciudadano común. Y esta incertidumbre es doméstica, no es un shock externo”, explicó.

“Hemos tenido una temporada increíble con años de estabilidad, y de un plumazo, con decisiones irresponsables, todo eso puede verse dañado”.

En cuanto al reciente llamamiento del ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, para que el gobierno intervenga en la labor del Banco de Israel tras el aumento de la tasa de interés al 4.25%, a fin de frenar la inflación dijo:

“Creía que esta discusión había quedado atrás. Hoy, ¿alguien cuestiona la autoridad del gobernador [del banco central]? Tenemos inflación en Israel, y el gobierno decidió que quiere estabilidad en los precios. La principal herramienta para lograrlo es la tasa de interés, y hay que dejar trabajar al gobernador. Cada ruido como este aumenta la presión inflacionista y obligará al gobernador a seguir utilizando la herramienta de la tasa de interés”, dijo.

“La cuestión principal es si queremos ser un país como es debido, con autoridades separadas que tienen funciones, responsabilidades y profesionales, y no todo es política”, apuntó Frenkel.

Respecto a las repercusiones de la reforma judicial en la economía del país, Frenkel afirmó: “La pone en peligro, pero aún no es demasiado tarde. Podemos impedir que el carro vaya cuesta abajo. Pero cada día la situación empeora, porque nuestra imagen está sufriendo golpes muy duros”.

Señaló que no solo las grandes empresas e inversionistas están sacando cada vez más fondos de Israel, sino que el país también está perdiendo su capital humano y, con él, conocimientos fundamentales en diversos campos.

“Durante años hemos estado orgullosos de ser la ‘Nación Startup’. ¿Por qué ponerla en peligro?”, dijo, y añadió que la rapidez del proceso legislativo de importantes reformas, claramente da la impresión de “oportunismo solapado”.

A pregunta expresa sobre las afirmaciones de miembros y partidarios del gobierno de que el temor por la economía es creado y avivado a propósito por rivales políticos, Frenkel respondió que no se cuestiona la legitimidad de un gobierno electo democráticamente, sino que se trata de calmar a gran parte de la opinión pública que teme de verdad que sus medidas perjudiquen a la economía.

“Si la opinión pública no está convencida, por favor, convénzanla. Y si el público tiene razón, por favor, escúchenlo”, dijo, citando la petición del presidente Yitzhak Herzog de frenar el proceso legislativo para llegar a un compromiso sobre la reforma judicial”¿Cómo se puede degradar tan descaradamente la petición del presidente?”, exclamó.

“No es correcto acusar a quien hace una pregunta de tener una agenda política. Los políticos deben entender que los inversionistas son independientes y gestionan sus asuntos sin el gobierno”, dijo.

“No todo es política. La gente es verdaderamente patriota, los inversionistas y las comunidades judías de Israel y del extranjero se preocupan por el país, y no quieren ver la destrucción”.

“Por favor, despierten, antes de que el país vaya cuesta abajo. Se puede invertir la tendencia porque la infraestructura es fuerte. Tenemos mucho que perder, y no debemos perder la brújula”, suplicó.

“El pueblo es inteligente: es un insulto a su inteligencia decirles: ‘Confíen en nosotros’, cuando no confían en ellos. Por favor, demuéstrenlo”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío