Enlace Judío – Después de un fin de semana en París que transcurrió entre un rápido encuentro con el presidente francés y el gozo en un celebrado hotel, Netanyahu y su esposa Sara anunciaron que en los días de Purím volarán a Roma.

Decisión que de inmediato conoció un escollo: los pilotos de El Al se niegan a ofrecerles los servicios indispensables para concretarla.

Actitud que ciertamente sorprendió a no pocos miembros de la presente coalición y condujo a algunos de ellos, incluyendo a la ministra de transporte Reguev, a plantear la posibilidad de cerrar la empresa nacional y pedir los servicios correspondientes a entidades extranjeras.

En cualquier caso esta intención de Sara y Bibi tropieza con una grave dificultad: no todos los aviones cuentan con un amplio dormitorio que facilita el descanso indispensable a una pareja. A pesar de que el vuelo Tel Aviv-Roma apenas supera las tres horas, este requisito parece ser de alta importancia.

Es verosímil sin embargo que en los próximos días los asesores de Bibi encontrarán el transporte adecuado para superar estas dificultades.

Cabe añadir que en rigor no solo ellos conocen algunas dificultades para concretar un vuelo al extranjero. También el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich aspira llegar a Nueva York en los próximos días.

Tropieza sin embargo con un escollo: el gobierno norteamericano se inclina a negarle el ingreso debido a sus abiertas amenazas contra ciudades árabes localizadas en Judea y Samaria.

En suma: dos deprimentes episodios que francamente contrastan con el espíritu festivo que Purím reclama.

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