Enlace Judío México e Israel – Antisemitismo, Jihad y negación de la existencia de Israel: los libros te texto palestinos inculcan el odio, la intolerancia y la violencia contra los judíos hasta para ejemplificar ejercicios de Matemáticas o de Física.

Por ello los terroristas palestinos son cada vez más jóvenes: en los atentados más recientes, perpetrados a mediados del mes pasado en Jerusalén, participaron un adolescente de 14 años y otro de 13, ambos residentes en Jerusalem Este.

Antes, otro atacante de 13 años llevó a cabo un tiroteo en el barrio de Silwan el mes pasado.

Ni paz, ni tolerancia ni coexistencia: la currícula escolar que forma a los niños palestinos está cada vez más orientada hacia la formación de mártires y combatientes, incluso cuando las materias enseñadas son las ciencias.

Así lo demostró Marcus Sheff, director general del Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se), en una videoconferencia organizada por la Embajada de Israel en México, a la que fue invitado Enlace Judío.

Se radicaliza la currícula

Los datos presentados por Sheff son un resumen de los hallazgos que pueden leerse en su totalidad en el estudio Currícula Escolar Palestina 2020-2021, grados 1 a 12, que revisa 222 libros de texto para estudiantes palestinos, publicados online por el propio Ministerio de Educación de Palestina.

Y aunque las autoridades palestinas habían asegurado, ante naciones financiadoras, que harían mejoras en sus textos escolares, el estudio presentado por Sheff demuestra que estos se han vuelto incluso más radicales que en sus versiones anteriores.

La negación de la paz es uno de los temas estudiados por el reporte de IMPACT-se, que halló que, en los libros de texto que educan a los niños palestinos, se omite información histórica que solía figurar en ediciones previas, relativa a las iniciativas de paz entre Palestina e Israel.

Entre la información que se omite están todas las negociaciones de paz entre ambos pueblos desde 1948; el llamado de Yasser Arafat para una nueva era de coexistencia, paz y no violencia; las reuniones entre líderes de Israel y la OLP para la paz; los acuerdos de Campo David y el tratado de paz entre Israel y Jordania de 1994.

Aquí, se incluye como Palestina a todo Israel (27,000 kilómetros cuadrados)
Aquí, se incluye como Palestina a todo Israel (27,000 kilómetros cuadrados)

Borrando a Israel y a los judíos del mapa de la historia

A menudo, la negación y deslegitimación de la presencia judía en el territorio israelí contemporáneo está respaldada, en los libros de texto palestinos, por una omisión de la presencia histórica del pueblo judío en el territorio actual de Israel.

Si bien ediciones anteriores de los libros de texto palestinos hablaban de los reinos de Judea y del Rey David, o de la rebelión de Bar Kokhba en Jerusalén, toda esa información ha sido borrada de la currícula que forma a los niños palestinos.

Así, resulta más fácil omitir luego el nombre de Israel o mencionar al pueblo judío para referirse a los “ocupadores sionistas” y a una “Palestina ocupada” que abarca la totalidad del territorio. Y ni hablar de la resolución de la ONU sobre dos estados para dos pueblos. La actual narrativa busca sembrar una sola idea: “los usurpadores son ellos”.

El absurdo llega al punto que incluso Tel-Aviv, una ciudad fundada por los judíos hace un siglo, aparece en los libros de texto como una urbe palestina usurpada por los judíos.

Al referirse a los Acuerdos de Oslo, un libro, por ejemplo, pone la palabra Israel entre paréntesis, signo que en árabe equivale a interrogación, con lo que deslegitima la existencia del país y, por tanto, refuerza la idea de que no se trata de un interlocutor con quien se pueda alcanzar la paz.

 

Mujeres terroristas como Dalal Mughrabi son usadas como modelos a seguir para las niñas palestinas
Mujeres terroristas como Dalal Mughrabi son usadas como modelos a seguir para las niñas palestinas

Vidas para sacrificarse

Uno de los aspectos más preocupantes de los hallazgos presentados por Sheff es la creciente radicalización en el discurso. Principalmente, la insistencia con la que se pretende adoctrinar a niños y niñas sobre el uso de la violencia y la importancia de la inmolación.

Pareciera que la educación de los niños de Palestina tiene como principal objeto la formación de individuos convencidos de que morir por la causa palestina es la única forma viable de futuro.

Según el estudio de IMPACT-se, los libros de texto palestino animan a los niños a sacrificar sus vidas, y para ello usan enfática y reiteradamente palabras como “revolución”, “levantamiento” y “jihad”.

Los textos escolares animan a los niños a “aniquilar los remanentes de los extranjeros” y a “eliminar a los usurpadores” que viven en el actual Israel, que para ellos no es sino Palestina. Así, la idea de una liberación de los palestinos se extiende al otro lado de Gaza. La mera existencia de Israel es, para ellos, una imposición inaceptable.

Y aunque el estudio reconoce algunos esfuerzos por orientar la educación palestina hacia la agenda de equidad propuesta por la ONU, resulta llamativo cómo, en varios capítulos de diversos libros, las niñas palestinas son animadas a sacrificar sus propias vidas, las de sus hijos y las de sus esposos en nombre de la Jihad.

Según el IMPACT-se, esto incluye la glorificación de mujeres terroristas como Dalal Mughrabi, que son usadas como modelos a seguir para las niñas palestinas. En el modelo educativo que rige la educación de los niños en Palestina, la equidad encuentra su mayor expresión en la lucha armada y el sacrificio.

Explicar la mecánica mediante la honda contra israelíes, en los libros de texto palestinos
Explicar la mecánica mediante la honda contra israelíes, en los libros de texto palestinos

Odio, hasta en la ciencia

Incluso las materias científicas son utilizadas para adoctrinar a los estudiantes palestinos. Por ejemplo, en un ejercicio de matemáticas de cuarto grado se les pide a los estudiantes que calculen el número de mártires en levantamientos palestinos. El ejercicio viene acompañado de una fotografía en la que algunos ataúdes son levantados por la multitud en un funeral masivo.

Hasta las leyes de Newton sirven para hacer propaganda a favor de la “resistencia”. Su Segunda Ley, por ejemplo, se ejemplifica en un libro con la imagen de un niño que lanza una piedra a soldados israelíes con una sonda.

Para enseñar las ecuaciones lineales, los libros de texto palestinos usan referencias a la llamada “masacre de la Cueva de los Patriarcas”. Se le pide a los estudiantes que calculen el número de mártires y heridos, teniendo en consideración que este último es cinco veces mayor que el primero, de valor X.

Así, una y otra vez, y totalmente fuera de contexto, se refuerza en la mente de los niños palestinos que su único destino viable es el sacrificio, un valor supremo encarnado por la Jihad, a la que se anima tanto a niños como niñas desde temprana edad.

Los libros de texto palestinos también justifican y hasta glorifican los actos terroristas más repudiados por la comunidad internacional, como el secuestro y asesinato de varios atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich, o la masacre de Costal Road, que cobró la vida de 38 israelíes, 13 de los cuales eran niños.

Al terminar su exposición, Sheff respondió algunas preguntas de los asistentes, en las que se mostró escéptico respecto a las posibilidades de paz entre israelíes y palestinos en el futuro próximo. “Todo conflicto se resuelve eventualmente y este también lo hará”, dijo, sin embargo, “hacen falta cambios profundos en la Autoridad Palestina” para que eso sea posible.

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