Enlace Judío.- Traute Lafrenz, la última sobreviviente conocida de un grupo alemán conocido como la Rosa Blanca que resistió activamente a los nazis, ha muerto. Tenía 103 años, informó The Times of Israel.

 

Traute Lafrenz en 2019 (German Foreign Office via Twitter)

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, expresó sus condolencias a su familia el viernes y describió a Lafrenz como una “mujer maravillosa e inmensamente valiente”.

“Tu madre fue una de las pocas que, frente a los crímenes del nacionalsocialismo, tuvo el coraje de escuchar su conciencia y enfrentarse a la dictadura, el fascismo y la guerra”.

Según un obituario publicado en The Charleston Post and Courier, Lafrenz murió el 6 de marzo. Había emigrado a Estados Unidos después de la guerra, se casó con el también médico Vernon Page y finalmente se retiró a Carolina del Sur.

Nacida en Hamburgo el 3 de mayo de 1919, Lafrenz se mudó a Múnich para estudiar medicina a la edad de 22 años, donde conoció a Hans Scholl. A través de él conoció a otros estudiantes que se oponían a los nazis y meses después participó en los arriesgados esfuerzos de la Rosa Blanca para distribuir folletos denunciando a Hitler y su régimen.

Sophie Scholl (centro) se despide de su hermano Hans (izquierda) y de su amigo Christoph Probst (derecha) antes de partir hacia el frente oriental en julio de 1942. (George Wittenstein)

Varios miembros, incluidos Hans y su hermana Sophie Scholl, fueron ejecutados por su actividad.

Lafrenz fue arrestada por la policía secreta de la Gestapo en 1943, pero logró ocultar su verdadera participación en el grupo y fue sentenciada a solo un año de prisión.

Tras su liberación, volvió a ser detenida hasta que las tropas estadounidenses la liberaron de una prisión en Bayreuth en abril de 1945, días antes del final de la Segunda Guerra Mundial.

Después de emigrar, Lafrenz trabajó en un hospital en San Francisco, luego vivió en Hayfork, California y Evanston, Illinois.

Le sobreviven una hija y tres hijos, así como numerosos nietos y bisnietos, según el obituario. Se planeó un servicio conmemorativo el sábado para amigos y familiares en la isla Yonges.

El presidente de Alemania dijo en su homenaje que las acciones de Lafrenz habían servido de “inspiración para los jóvenes que hacen campaña por la libertad y la democracia en estos días”.

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