Delegaciones de Israel y la Autoridad Palestina volvieron a reunirse este domingo para una cumbre en Sharm el-Sheikh, Egipto, donde se comprometieron nuevamente a reducir las tensiones días antes del comienzo del sagrado mes musulmán del Ramadán, informó The Times of Israel.

Se contó con la presencia de Estados Unidos, Jordania y Egipto y fue una reunión similar a a la celebrada en Aqaba, Jordania, el mes pasado, la primera de alto nivel de líderes israelíes y palestinos en años. Las partes también acordaron reunirse por tercera vez el próximo mes.

La cumbre de Sharm el-Sheikh, como la de Aqaba, se vio empañada por un ataque terrorista que se desarrolló en la ciudad palestina de Huwara. El tiroteo del domingo contra un vehículo de propiedad israelí que viajaba por la ciudad del norte de Judea y Samaria dejó a una persona gravemente herida.

Los líderes israelíes y palestinos acordaron reunirse el domingo en medio de una presión significativa de Estados Unidos, Egipto y Jordania, que buscan reducir las tensiones antes del comienzo del Ramadán, que en los últimos años ha preparado el escenario para una mayor violencia entre las partes.

Solo desde el comienzo del año, 14 personas han muerto en ataques palestinos. Más de 80 palestinos han muerto durante ese mismo período, la mayoría de ellos en enfrentamientos con las tropas israelíes.

La mayor parte de la violencia reciente se ha desarrollado en Judea y Samaria, pero el Ramadán plantea el riesgo de que la violencia se extienda más hacia Jerusalén Este, donde decenas de miles de palestinos se reunirán diariamente en el Monte del Templo, lo que podría agregar un elemento religioso a las tensiones.

Como hicieron después de la reunión de Aqaba, las partes emitieron un comunicado conjunto el domingo en el que se comprometieron a “prevenir más violencia”.

El comunicado destacó el “derecho legal” de la Autoridad Palestina a ejercer su responsabilidad de seguridad sobre el Área A de Judea y Samaria.

Ese territorio con contigüidad predominantemente palestina constituye aproximadamente el 20 por ciento de Judea y Samaria y fue puesto bajo el control civil y de seguridad de la Autoridad Palestina en el Acuerdo de Oslo II de 1995.

En la cumbre regional anterior el mes pasado en Aqaba, Israel instó a la Autoridad Palestina a hacer más para recuperar el control sobre el norte de Judea y Samaria, diciendo a los participantes que cuanto más actúe Ramallah contra los grupos armados en la región, menos tendrán que entrar las FDI en el Área A por operativos.

“Las dos partes reafirmaron… su compromiso inquebrantable con todos los acuerdos previos entre ellos, en particular, el derecho legal de la Autoridad Nacional Palestina de llevar a cabo las responsabilidades de seguridad en el Área A de Cisjordania, de conformidad con los acuerdos existentes, y trabajarán juntos para lograr este objetivo”, declaró el comunicado de Sharm el-Sheikh, poniendo la responsabilidad sobre la Autoridad Palestina para actuar en el Área A mientras sutilmente reconoce por omisión que Israel no tiene el derecho legal de operar allí.

La Oficina del Primer Ministro de Israel emitió un comunicado después de la cumbre del domingo diciendo que la delegación israelí “enfatizó que para evitar una escalada durante el Ramadán y después [las partes] deben actuar con decisión contra el terrorismo sin compromiso”.

El comunicado conjunto dijo que Israel y la Autoridad Palestina también acordaron establecer un “mecanismo para frenar y contrarrestar la violencia, la incitación y las declaraciones y acciones incendiarias”.

Israel y la Autoridad Palestina también acordaron “establecer un mecanismo” para mejorar las condiciones económicas del pueblo palestino, así como la situación financiera de la Autoridad Palestina con problemas de liquidez. Ese mecanismo también informará a los representantes de EE. UU., Egipto y Jordania en la reunión de seguimiento de abril.

El resto del comunicado reiteró los acuerdos alcanzados en la reunión de Aqaba, incluido el compromiso de ambas partes de abstenerse de tomar medidas unilaterales durante tres a seis meses. Para Israel, esto significa no avanzar en los planes de asentamiento durante cuatro meses y no avanzar en la legalización de los puestos de avanzada en Cisjordania durante seis meses.

También se reiteró en el comunicado el compromiso de mantener el statu quo en los lugares sagrados de Jerusalén, que incluía un nuevo descargo de responsabilidad en el que Israel y la Autoridad Palestina acuerdan “prevenir activamente cualquier acción que perturbe la santidad de estos lugares, entre otras cosas, durante el próximo mes sagrado del Ramadán, que coincide con Pésaj y la Páscua”.

Las partes también reafirmaron la importancia de este tipo de reuniones “y esperan cooperar con miras a consolidar la base para negociaciones directas entre palestinos e israelíes”, un objetivo que varios ministros del gobierno de Netanyahu han descartado en gran medida.

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