Enlace Judío – Diferentes biógrafos y cronistas que han seguido de cerca la evolución personal y política de Benjamín Netanyahu coinciden en los últimos meses en una pregunta: ¿Qué abruma hoy a Netanyahu? ¿La prematura vejez? ¿Alguna inconfesable debilidad física o mental? ¿La total incapacidad para frenar las ambiciones de algunos miembros de su familia? ¿Un viraje mental o ideológico? ¿El miedo a la finitud humana?
Interrogantes que abruman a no pocos observadores y periodistas que han seguido atentamente diferentes tramos de su vida.
Nacido en Tel Aviv, educado en Estados Unidos, activo servicio militar en Israel durante cinco años, vínculos estrechos con políticos y millonarios en amplias zonas del mundo, tres matrimonios, y múltiples años de experiencia política en un país que por su tamaño y la pobreza de sus recursos naturales no es fácil conducir y defender.
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Es en suma una incógnita que no pocos, en Israel como en diversas partes del mundo, quisieran descifrar.
Tal vez para aclarar ideas y probar al mundo que sus talentos no se han debilitado Bibi ha resuelto viajar los fines de semana a diversas capitales europeas. Y tal vez las protestas que suscita en estos lugares le ayudan a tomar conciencia de si mismo, de su presencia en el mundo, y de la necesidad de corregir rumbos en un país que teóricamente encabeza aunque en los hechos su rumbo parece estar en manos de otros.
Situación penosa no solo para él. Muchedumbres se reúnen varias veces a la semana con el objeto de cambiar el futuro del país que figuras que apenas conocen geografía o idiomas desean imponerle.
Por vez primera la existencia nacional no se ve amenazada solo por entidades extranjeras. Se suman a ellas figuras y masas con singular vestimenta que declaran amar y defender el país cuando en los hechos animan su quiebre.
Nunca antes Israel conoció esta suma de debilidades que abren trágicos interrogantes en torno a su presente y futuro. Y nunca antes su liderazgo presentó las incoherencias que hoy abruman su presente y su devenir.
¿Recuperará Bibi la verticalidad que le distinguió en otros tiempos? La pregunta que hoy corre y recorre las calles de mi país.
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