La época del año dónde aumentan el terrorismo islamista se llama Ayuno Diurno, en dónde el tedio se “mata” atentando el día y celebrando por la noche.

Cada año en una repetitiva celebración de marcada violencia las huestes islamistas en todo el mundo salen por el día a asesinar judíos, cristianos e incluso árabes que no quieren “comulgar” con la violencia sectaria del yihadismo.

Los atentados diurnos se cierran con ensangrentado broche de oro bajo la sombra de la oscuridad celebrando el derramamiento de sangre inocente en una especie de ofrenda a un dios que exige sacrificios humanos.

Los más prevenidos están conscientes del peligro que supone circular por las calles en medio de una población que con el estómago y la mente vacíos buscan llenarla con violencia, sangre y muerte ¿Parece duro? Pues es mucho peor de lo que parece. El tiempo que vivimos está plagado de violencia, guerras, hambrunas, enfermedades, miseria, dolor y muerte, pero se podría cambiar este panorama si los gobernantes progresistas no fueran tan condescendientes con el mal en todas sus formas.

El efecto llamado Nayib Bukele debería ser una forma de orientar a los países en la buena dirección que permitiera que la justicia reinase por encima de la salvaje anarquía destructora del terrorismo sea del color que sea ¿No sería justo y razonable hacer cárceles en las cuales los terroristas sintieran las consecuencias de sus mortales acciones?

Ya sé que en este punto algunos se están llevando las manos a la cabeza. Algo que es posible pues aún tienen la cabeza en su sitio. Si en estos días de asueto y galbana islamista, entiéndase pereza y aburrimiento, a esos que se llevan las manos a la cabeza les pillan por la calle los yihadistas lo más seguro es que nunca volverían a llevarse las manos a la cabeza valga la redundancia.

Las políticas progresistas, entiéndase regresivas, están dejando que el mal se extienda por el mundo sin que aparentemente nada les suceda a los asesinos que vilmente siegan la vida de inocentes. En este punto vamos a razonar algo que es políticamente incorrecto. Bien, si los islamistas quieren ir a su Jannah haciéndose los mártires asesinando o auto inmolándose mientras asesinan a niños, ancianos, mujeres u hombres ¿No deberían los gobiernos facilitarles el viaje?

Lo más honrado sería buscar la forma de que llegaran a dónde quieren ir lo más rápidamente posible. En el caso de que algunos mojigatos o buenistas levantaran la voz en contra sería aconsejable que les dejaran convivir con los islamistas en la cárcel y así identificarse con esos mártires de la economía sumergida en sangre ¿No los quieren tanto? Pues que los acompañen en sus tribulaciones y sentimientos.

Las sociedades democráticas deben defender la democracia y no dejar que los terroristas sigan derramando sangre bajo la renuencia de unos gobiernos con pies de hierro y barro. La fuerza de un país es la libertad para hacer justicia independientemente de los conceptos políticos o religiosos que cada uno mantengamos. Al pan se le debe llamar pan y al vino, vino. Al terrorista se le debe llamar terrorista y a los asesinos, asesinos.

Todo lo que sean eufemismos para nombrar a los asesinos como milicianos o grupos de resistencia no solo es malo, sino absolutamente grotesco que además atenta contra los derechos humanos ¿Acaso no tienen derechos los humanos que son asesinados? ¿Solo los asesinos tienen derechos antes y después de asesinar?

Los ciudadanos progresistas en Israel tienen el obligatorio deber de defender al Estado Judío y el derecho de ser justos votando leyes que saquen de la sociedad a los terroristas asesinos, otra vez valga la redundancia, que insisten en aniquilar a los judíos sean progresistas o conservadores. El único extremismo y fascismo que hay en Israel es el islamista apoyado por la ANP y por Irán. Los progresistas deberían tener conciencia noble y equilibrada para defender al conjunto del Pueblo de Israel y no a grupos sectarios, yihadistas, asesinos e inmorales que atentan contra la Ley del Cielo y de la tierra. Hazlo saber.


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