El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu aseguró este miércoles en que la alianza de Israel con EE. UU. es “inquebrantable”, luego de la tensión que se sucitó entre su gobierno y el de Joe Biden por la reforma judicial, informó The Times of Israel.

Netanyahu habló en la Cumbre de la Democracia del Departamento de Estado un día después de que Biden hiciera sus primeros comentarios públicos sobre la reforma judicial, generando una situación en los lazos entre EE. UU. e Israel que no se había visto en años.

Israel y EE. UU. han tenido sus diferencias ocasionales, pero quiero asegurarles que la alianza entre la democracia más grande del mundo y una democracia fuerte, orgullosa e independiente, Israel, en el corazón de Medio Oriente, es inquebrantable. Nada puede cambiar eso”, dijo Netanyahu vía satélite, precediendo su discurso agradeciendo a Biden, su “amigo de 40 años”.

El martes Biden dijo a periodistas que esperaba que Netanyahu “se alejara” de su actual postura sobre la reforma judicial y dijo que estaba “muy preocupado” por la salud de la democracia israelí.

“No pueden continuar por este camino. Y lo he dejado claro”, dijo Biden. “Esperemos que el primer ministro actúe… para llegar a un compromiso genuino, pero eso está por verse”.

Netanyahu comparó el rechazo a las reformas de liberalización económica que implementó como ministro de Finanzas hace dos décadas con las protestas que recorren el país hoy en día contra la reforma judicial, insinuando que sus críticos ahora están tan equivocados como lo estaban entonces.

“No solo creció la economía y aumentó la prosperidad, sino que también aumentó la prosperidad compartida, porque contrariamente a las predicciones de que los ricos se enriquecerán más y los pobres se empobrecerán, todos se hicieron más ricos”, dijo Netanyahu.

Enmarcó la crisis actual como una en la que la mitad del país cree que el gobierno ha sido “obstruido por un Poder Judicial todopoderoso que los domina y no deja que el público se exprese”.

“A la otra mitad de la gente le preocupa que, incluso si esto es cierto, si se promulga cualquier restricción de los poderes judiciales, esto de alguna manera perjudicaría y obstruiría las libertades civiles”, dijo Netanyahu.

“Creo que se deben tener en cuenta ambas consideraciones… y debemos asegurarnos de que, a medida que cambiamos el péndulo de un lado de un Poder Judicial cada vez más poderoso”, los tribunales sigan siendo independientes y haya un equilibrio de poderes en el que los derechos humanos están protegidos, ofreció el primer ministro.

“Creo que se puede lograr ese equilibrio. Y por eso he promovido una pausa que ahora permite tanto a la oposición como a la coalición sentarse y tratar de lograr un amplio consenso nacional para lograr ambos objetivos”.

Netanyahu cerró sus comentarios dirigiéndose a los “varios gobiernos [que] han expresado su preocupación”, insistiendo en que el intenso debate en Israel brindará una “oportunidad para fortalecer la democracia” y restaurar un “restaurar un equilibrio adecuado entre los tres poderes”.

Agregó que el “derecho a protestar es sacrosanto” pero que “la obligación de los líderes nacionales es tratar de tomar estos temas que están en disputa y fusionarlos en un centro feliz”.

En comentarios posteriores, prometió que los cambios en el Poder Judicial no dejarán a las minorías desprotegidas.

Israel es y seguirá siendo siempre una democracia liberal con igualdad de derechos para todos. Esto significa derechos individuales, libertades civiles y políticas para todos los ciudadanos, mujeres judías, musulmanas, cristianas drusas, miembros de la comunidad LGBT, nada cambiará eso”, afirmó.

“Tenemos que pasar de la protesta al acuerdo, y ahí es donde quiero llegar”, dijo Netanyahu.

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