Rusia podría estar dispuesta a discutir un posible intercambio de prisioneros con Estados Unidos que involucre al reportero encarcelado del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, después de su juicio por cargos de espionaje, dijo el jueves un alto diplomático ruso, informó PBS.
Gershkovich, de 31 años, su empleador y el gobierno de Estados Unidos niegan que haya estado involucrado en espionaje y han exigido su liberación.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo a la agencia estatal de noticias Tass que las conversaciones sobre un posible intercambio podrían tener lugar a través de un canal dedicado que las agencias de seguridad rusas y estadounidenses establecieron para tales fines.
“Tenemos un canal de trabajo que se utilizó en el pasado para lograr acuerdos concretos, y estos acuerdos se cumplieron”, dijo Ryabkov, y agregó que no era necesaria la participación de ningún tercer país.
Sin embargo, enfatizó que Moscú solo negociaría un posible intercambio de prisioneros después de un juicio. “La cuestión de intercambiar a alguien solo podría considerarse después de que un tribunal emita su veredicto”, dijo Tass, citado por él.
No está claro cuánto podría durar la investigación, pero otros casos de espionaje han durado un año o más.
En diciembre, la estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner fue cambiada por el traficante de armas ruso Viktor Bout luego de su juicio y condena por cargos de posesión de drogas. Había sido sentenciada a nueve años de prisión y terminó pasando 10 meses tras las rejas.
Otro estadounidense, el ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan, Paul Whelan, ha estado encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por cargos de espionaje que su familia y el gobierno de EE. UU. han calificado de infundados.
Durante el caso Griner, el Kremlin instó repetidamente a Estados Unidos a utilizar el “canal especial” para discutirlo y trabajar en un posible intercambio de prisioneros, diciendo que tales comunicaciones privadas eran el único medio apropiado para la resolución, en lugar de declaraciones públicas y especulaciones.
Gershkovich podría enfrentar hasta 20 años de prisión si es declarado culpable. Los abogados rusos han dicho que las investigaciones anteriores sobre casos de espionaje demoraron de un año a 18 meses, tiempo durante el cual pudo tener poco contacto con el mundo exterior.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, instó este mes a su homólogo ruso, Sergey Lavrov, a asegurar de inmediato la liberación de Gershkovich y Whelan.
El presidente Joe Biden habló con los padres de Gershkovich el martes y nuevamente condenó su detención. “Estamos dejando muy claro que es totalmente ilegal lo que está sucediendo, y así lo declaramos”, dijo.
El lunes, el gobierno de EE. UU. declaró a Gershkovich como “detenido injustamente”, una designación que significa que una oficina particular del Departamento de Estado toma la iniciativa para buscar su liberación.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia, o FSB, arrestó a Gershkovich en Ekaterimburgo, la cuarta ciudad más grande de Rusia, el 29 de marzo. Es el primer corresponsal estadounidense detenido en Rusia desde la Guerra Fría por presunto espionaje.
El FSB, una agencia sucesora de la KGB de la era soviética, acusó a Gershkovich de intentar obtener información clasificada sobre una fábrica de armas rusa.
El jueves, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, enfatizó nuevamente la afirmación de Moscú de que Gershkovich fue atrapado in fraganti. Negó los informes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, había autorizado personalmente el arresto de Gershkovich.
“No es prerrogativa del presidente. Depende de los servicios especiales, que están haciendo su trabajo”, dijo Peskov en una conferencia telefónica con los periodistas.
Estados Unidos ha presionado a las autoridades rusas para que concedan acceso consular estadounidense a Gershkovich. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo el miércoles que Moscú lo proporcionará “a su debido tiempo de acuerdo con las prácticas consulares y la legislación rusa”.
Gershkovich está recluido en la prisión Lefortovo de Moscú, que data de la era zarista y ha sido un símbolo aterrador de la represión desde la época soviética.
Whelan también estuvo recluido en Lefortovo hasta que fue enviado a otra prisión para cumplir su sentencia de 16 años después de su condena en 2020.
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