Separados por fuertes barricadas y una acera declarada zona prohibida por la policía, opositores y simpatizantes de la reforma judicial protestaron el jueves por la noche frente al domicilio del expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Aharon Barak en Tel Aviv.

La concentración fue la culminación de una jornada de manifestaciones en todo el país organizadas por el movimiento de protesta antigubernamental, informó Haaretz.

De un lado del edificio, cientos de manifestantes de derecha , muchos de ellos de origen marroquí, denunciaron a Barak como “racista” y pidieron el fin de la “dictadura de la Corte Suprema“. Al otro, miles de manifestantes antigubernamentales expresaron su solidaridad con el hombre ampliamente considerado como una de las mayores mentes jurídicas de Israel, coreando: “No estás solo”.

Los simpatizantes de la reforma anunciaron su protesta como una “celebración marroquí” en respuesta a los comentarios atribuidos al expresidente de la Corte Suprema sobre la razón por la que no se había nombrado a ningún juez marroquí durante su mandato. Según su biógrafo, Barak dijo que no encontró a ningún marroquí calificado para el puesto.

“Si no encuentras un solo juez marroquí para la Corte Suprema, te traeremos a los marroquíes”, decía la invitación a la protesta.

Las mesas colocadas en la acera frente al domicilio de Barak estaban llenas de bandejas con pasteles marroquíes, y en un rincón, un grupo de mujeres freía muflettas, un postre marroquí que se consume tradicionalmente en la fiesta de la Mimuna después de Pésaj.

Se oían canciones populares marroquíes desde un equipo de sonido y muchos de los manifestantes, vestidos con túnicas ornamentales y sombreros rojos de fieltro, bailaban al son de la música.

Una mujer, vestida con una toga negra de abogada, llevaba un cartel que decía: “¿No encontraste a un juez marroquí digno? Yo soy abogada marroquí. ¿Qué dices, Aharon Barak?”.

Muchos de ellos izaban banderas del Likud y varios llevaban carteles que decían: “Los izquierdistas son traidores”. Un joven religioso, con una gran kipá y peyes, sostenía una bandera amarilla con el logotipo de Kach, el partido racista fundado por el rabino de origen estadounidense Meir Kahana.

Barak es visto a menudo como la encarnación del activismo judicial que el actual gobierno de Israel quiere erradicar. Esta es la segunda protesta de derecha que se celebra frente a su domicilio en las últimas semanas. Un día después de la última concentración, sus partidarios organizaron una manifestación solidaria en respuesta. Conmovido por el gesto, Barak salió a saludarlos y lloró mientras cantaba el himno de Israel, Hatikva con los manifestantes.

La protesta en apoyo del expresidente de la Corte Suprema, sobreviviente del Holocausto, fue organizada por “Hermanos de Armas”, un grupo de reservistas de las FDI a la vanguardia del movimiento por la democracia, y “Capas Negras”, un grupo de abogados contra la reforma judicial.

En un momento dado, un grupo de simpatizantes de la reforma cruzó las barricadas con una bandeja de pasteles, que ofrecieron a los opositores. “Queríamos honrarlos”, dijeron.

“Si de verdad quisieran honrarnos”, respondió una mujer con una camiseta negra con la palabra “democracia”, “dejarían de manifestarse frente al domicilio de un anciano sobreviviente del Holocausto“.

De cuando en cuando se oía a ambos grupos corear: “No nos rendiremos”.

Y de cuando en cuando ambos cantaban la popular canción hebrea: “El mundo entero es un puente estrecho, y lo importante es no temer”.

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