Decenas de miles de personas protestaron el sábado en todo Israel por decimoctava semana contra el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu y su reforma judicial, informó Haaretz.

En Rehovot, el líder de la oposición, Yair Lapid se refirió a las negociaciones con el gobierno para llegar a un acuerdo sobre la reforma judicial.

“No dejaremos piedra sin voltear para ver si existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo histórico para los próximos cien años, pero no dejaremos que se limiten a ganar tiempo para salvar su gobierno”, dijo.

“Este gobierno no puede mantener conversaciones en la Residencia del Presidente y al mismo tiempo calumniar a la Corte Suprema y enviar matones a las calles”, añadió.

“Este gobierno tiene que retirar todas las iniciativas de ley de la mesa de la Knéset y comprender: No habrá una situación en la que la coalición elija a los jueces. Esto no ocurrirá, no en nuestro tiempo”.

El líder del partido de Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz, dijo a los manifestantes en Netanya que si las negociaciones no avanzan sustancialmente, el partido “revaluará” sus acciones.

“No estoy dispuesto a contentarme [solo] con el diálogo, aunque fui el primero en pedirlo. Quiero ver avances hacia una solución, y si no los hay, reevaluaremos”.

“Esta es una lucha importante por un país democrático, pero no muy lejos de aquí hay manifestantes que piensan lo contrario. Respeto a todos y representaré a todos”, añadió Gantz.

Los organizadores de las protestas pidieron a Lapid y Gantz abandonar las conversaciones, diciendo que las discusiones con el gobierno son “un complot [del primer ministro Benjamín] Netanyahu para dejar pasar el tiempo con el fin de aprobar el presupuesto y continuar con la reforma”.

En Tel Aviv, la exministra de Asuntos Exteriores y Justicia, Tzipi Livni, pidió a la multitud no bajar la guardia. “Precisamente cuando parece que la pesadilla de legislación se ha postergado y hay negociaciones, es cuando tenemos que entender que la amenaza no ha desaparecido y sigue pendiente sobre nosotros”, dijo.

“Ahora es precisamente cuando tenemos que levantarnos, porque si parpadeamos aunque sea un momento, aprovecharán la oportunidad”.

En Haifa, el Dr. Amir Khnifess, dijo a la multitud que junto con él, miles de miembros de la comunidad drusa están orgullosos de formar parte del movimiento contra la reforma. También pidió al gobierno “hacer pedazos” el proyecto de ley del diputado Yitzhak Wasserlauf, de Otzmá Yehudit, que consagra “el sionismo como valor rector” de la política gubernamental.

Yossi Levy, exportavoz y exasesor de medios de Netanyahu, se dirigió a la manifestación frente a la Residencia del Presidente en Jerusalén. “Netanyahu siempre juega un doble juego… La mano izquierda pide negociaciones, y la derecha establece las leyes de la dictadura y crea las milicias junto con el criminal [ministro de Seguridad Nacional, Itamar] Ben Gvir“.

Aunque el sector árabe israelí no ha estado muy representado en las protestas antigubernamentales, algunos se manifestaron por sus propios motivos en otros lugares. Cientos de personas protestaron por la incapacidad del gobierno y la policía de hacer frente a la creciente tasa de homicidios sin precedentes en la comunidad árabe.

Los manifestantes en las ciudades de Umm al-Fahm y Kalansua, así como en el ayuntamiento de Ein Mahil, portaban pancartas denunciando la inacción de la policía, así como fotografías de árabes israelíes asesinados recientemente.

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