(JTA) — Un tribunal ruso extendió la detención preventiva del reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich hasta al menos el 30 de agosto.
Gershkovich, de 31 años, hijo estadounidense de refugiados judíos de la Unión Soviética, fue arrestado por acusación de espionaje el 29 de marzo durante un viaje informativo a la ciudad de Ekaterimburgo, afirmaciones que niegan él, el gobierno de Estados Unidos y el Wall Street Journal. Su prisión preventiva estaba inicialmente programada para finalizar el 29 de mayo hasta que se extendió el martes.
Expertos legales y diplomáticos estadounidenses esperaban que la detención de Gershkovich pudiera durar meses, según el Wall Street Journal.
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La audiencia judicial del martes no se anunció con anticipación y se llevó a cabo a puerta cerrada. Las autoridades rusas no han proporcionado evidencia para respaldar sus cargos de que Gershkovich supuestamente obtuvo información clasificada sobre “las actividades de una de las empresas del complejo militar-industrial ruso”.
El gobierno de Estados Unidos declaró que Gershkovich fue detenido injustamente y exigió su liberación inmediata de la prisión de Lefortovo, donde ha estado recluido desde su arresto en marzo.
“Hoy nuestro colega y distinguido periodista, Evan Gershkovich compareció para una audiencia previa al juicio en un tribunal de Moscú”, dijo el Wall Street Journal en un comunicado. “Si bien esperábamos que no habría cambios en la detención injusta de Evan, estamos profundamente decepcionados. Las acusaciones son demostrablemente falsas y seguimos exigiendo su liberación inmediata”.
A la embajadora de EE. UU. en Rusia, Lynne Tracy, se le concedió acceso consular a Gershkovich en abril, pero a EE. UU. se le negó el acceso consular otras dos veces, según funcionarios estadounidenses.
Sus padres, Ella Milman y Mikhail Gershkovich, que viven en Nueva Jersey, esperaron más de una hora fuera de la sala del tribunal antes de que se les permitiera el martes ver por primera vez a su hijo desde su arresto hace más de 50 días, según el New York Times.
“Esperamos que esté muy bien y que pueda ser tan fuerte como su madre”, dijo Mikhail Gershkovich.
Gershkovich es el primer periodista estadounidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde el final de la Guerra Fría. Su caso ha atraído el apoyo de judíos de todo Estados Unidos y el mundo, algunos de los cuales han abogado por su libertad al revivir las prácticas utilizadas en el movimiento para liberar a los judíos en la Unión Soviética. Si es declarado culpable, podría enfrentar hasta 20 años en una colonia penal rusa.
Gershkovich es uno de los múltiples judíos encarcelados por Rusia por cargos de seguridad. Vladimir Kara-Murza, un disidente judío ruso, fue sentenciado a 25 años de prisión por traición en abril. Y a principios de este mes, la directora de teatro judía rusa Evgenia Berkovich fue encarcelada bajo la acusación de que una de sus obras justificaba el terrorismo. Es nieta de Nina Katerly, una escritora y activista de derechos humanos rusa.
“Zhenya obviamente no es un prisionero de Sion”, dijo Alexander Smukler, un exrefusenik y destacado activista judío ruso-estadounidense, al Jewish Standard, una publicación de Nueva Jersey, refiriéndose a Berkovich. “No fue arrestada por sus ideas sionistas. Pero es judía”.
Agregó: “Hago un llamado a los líderes judíos de todo el mundo para que defiendan a Zhenya Berkovich”.
