El Consejo Regional de Samaria anunció este lunes que los estudiantes de la Yeshivá de Homesh construyeron durante la noche un edificio permanente, informó The Jerusalem Post.
La yeshivá estaba ubicada en una zona del norte de Judea y Samaria (Cisjordania) de la que Israel se retiró en 2005, junto con la evacuación de localidades israelíes de la Franja de Gaza. La Knéset aprobó en marzo la derogación de la Ley de Desconexión [de Gaza], que legaliza el regreso a algunas áreas del norte de Judea y Samaria.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, instruyó al jefe del Mando Central de las FDI, Yehuda Fuchs, firmar una orden a principios de este mes, permitiendo oficialmente el ingreso de israelíes a Homesh, Sa-Nur, Ganim y Kadim.
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El presidente del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, colocó una mezuzá en la puerta de la yeshivá, afirmado que este es un “momento histórico que repara no solo una injusticia personal hacia los expulsados [de Homesh], sino hacia todo el pueblo de Israel“.
La yeshivá se reubica en “terrenos de propiedad estatal, a cientos de metros de donde estaba anteriormente, con el fin de reparar su estatus legal”, declaró el consejo.
Mientras tanto, la ONG Yesh Din, que representa a los palestinos que reclaman la tierra donde estaba ubicada la yeshivá, dijo en un comunicado que “el traslado de la yeshivá en Homesh empeora el delito”.
“La nueva ubicación de la yeshivá sigue sin permitir a los propietarios palestinos acceder a sus tierras y continúa su desposesión”, señaló la organización. “En lugar de evacuar el puesto de inmediato, Israel está dando una recompensa a graves delincuentes”.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, declaró que la reubicación de la yeshivá “simboliza el paso de un gobierno destructor a la construcción y el desarrollo de todo el Estado de Israel“.
La ministra de Misiones Nacionales, Orit Struck, aseveró que la reapertura de la yeshivá muestra que este gobierno cumple las promesas a sus votantes.
Por su parte, la líder del partido Avodá, Merav Mijaeli acusó a Gallant de dar “una tarjeta VIP a los colonos trastornados de Homesh y sus caprichos destructivos a costa de la seguridad de Israel, su futuro y su democracia. Estas son las prioridades de este gobierno”.
“Gallant ha demostrado hoy que no le importa la mayoría del pueblo ni los cientos de miles de personas que lo apoyaron tras su ‘destitución’. Le importan los colonos anarquistas y los intereses de Netanyahu“, subrayó.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, dijo la semana pasada: “Estamos profundamente preocupados por la orden del gobierno israelí que permite a sus ciudadanos establecer una presencia permanente en el puesto de Homesh, en el norte de Cisjordania, que según la ley israelí fue construido ilegalmente en tierras privadas palestinas”.
Miller añadió que la orden es incompatible con lo acordado entre el exprimer ministro Ariel Sharon y el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush en 2004.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia también se pronunció en contra de la reconstrucción de Homesh, afirmando que viola el derecho internacional.
La Autoridad Palestina condenó la construcción del nuevo edificio para la yeshivá en Homesh y pidió la intervención del gobierno de Estados Unidos y de la comunidad internacional.
El portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudaineh, afirmó que “todos los asentamientos construidos en la tierra del Estado de Palestina, incluido el asentamiento de Homesh, son ilegales”.
“La Autoridad Palestina condena y rechaza la decisión del gobierno israelí de permitir a los colonos regresar a Homesh“, enfatizó.
Señaló que todas las resoluciones de las Naciones Unidas, incluida la Resolución 2334, “confirman claramente que todos los asentamientos en los territorios palestinos, incluido [Jerusalén Este], violan el derecho internacional y deben ser eliminados”.
Abu Rudaineh describió el regreso de israelíes a Homesh como “un desafío a la comunidad internacional, especialmente al gobierno estadounidense”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino condenó la medida afirmando que esta y otras acciones israelíes “se inscriben en el marco de una anexión silenciosa y progresiva de la Cisjordania ocupada, bajo la supervisión y el apoyo del gobierno israelí”.
Agregó que los palestinos están haciendo un seguimiento de las acciones de Israel ante la Corte Penal Internacional.
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