Desempleo en mínimos históricos en el primer trimestre, representó el 2.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), la más baja desde 2005.
Asimismo, la tasa de subocupación (Población ocupada que tiene la necesidad de ofertar más trabajo del actual) representó el 7.6% de la PEA, la más baja desde el segundo trimestre del 2019. No obstante, la tasa de informalidad laboral (% de la ocupación ocupada que se clasifica como informal) y fue de 55.2%.
Asimismo, la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO: suma del porciento de la población ocupada que trabaja menos de 35 horas por semana, las que trabajan más de 35 horas por semana con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos) registró un máximo desde 2005 de 31.4% de la PEA. Para el resto del año se espera que la tasa de desempleo abierto vaya aumentando ante la expectativa de una desaceleración económica.
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No obstante la confianza de los consumidores ha caído. Los hogares perciben que la situación económica del país es menos favorable que hace 12 meses, lo cual está asociada al aumento considerable de precios de la mayoría de los bienes y servicios, así como las perspectivas de un posible menor crecimiento económico de México, por una esperada desaceleración económica en EUA.
El deterioro en la confianza de los consumidores podría desincentivar las compras que realizan los hogares con impacto negativo en la actividad económica del país, en particular para adquirir bienes duraderos como televisores, refrigeradores y demás aparatos electrodomésticos.
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