Decenas de miles marcharon este jueves en la edición 25 de la Marcha LGBTQ de Tel Aviv, informó The Times of Israel.

La Marcha mantuvo su carácter festivo, a pesar de las preocupaciones por las amenazas de la extrema derecha y la tensa atmósfera política del país debido a la reforma judicial.

“El fin de semana del Orgullo comenzó con un mensaje claro: todos somos iguales, todos somos personas y todos merecemos amar a quien queremos sin miedo”, dijo el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, al comienzo de la Marcha.

A diferencia de años anteriores, la Marcha y la fiesta posterior que generalmente se realizan al final de la marcha se dividieron en dos eventos debido al intenso calor de este año. La fiesta se llevará a cabo el viernes en Ganei Yehoshua en el norte de la ciudad.

A pesar de la celebración, la presencia de la policía y la necesidad de pasar un control de seguridad para ingresar al área acordonada fueron recordatorios de amenazas terroristas y violencia potencial contra la comunidad LGBTQ.

Un hombre fue arrestado antes de la marcha con armas cerca de la ruta de la marcha y se pintaron grafitis de extrema derecha en un centro LGBTQ.

Por primera vez, la Embajada de los EE. UU. copatrocinó una carroza en asociación con el popular bar local LGBTQ Shpagat.

Asimismo se hicieron presentes opositores al gobierno de Benjamín Netanyahu y a la reforma judicial, que ha generado protestas semanales por más de 20 semanas en el país.

En un guiño a las tensiones políticas en el país, la Municipalidad de Tel Aviv prohibió a los políticos hablar en la Marcha de este año, a diferencia de años anteriores, con la excepción de Huldai, quien se postula para la reelección a finales de este año.

Más de 170.000 personas participaron en la Marcha del año pasado, que marchó por el bulevar Rokach en el norte de la ciudad en lugar de la ruta tradicional en el centro de Tel Aviv. El controvertido cambio de ruta se debió al extenso trabajo de construcción en toda la ciudad como parte del nuevo sistema de tren ligero.

Se estima que 30,000 personas marcharon en la Marcha LGBT de Jerusalén la semana pasada bajo estrictas medidas de seguridad. El evento transcurrió sin incidentes de seguridad.

La Casa Abierta de Jerusalén, que organiza el evento, dijo que el número de participantes fue un récord desde el desfile en 2016, un año después de que Shira Banki, de 16 años, fuera asesinada en un ataque con cuchillo durante el evento por un extremista ultraortodoxo.

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