Científicos de la Universidad de Tel Aviv (TAU) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) desarrollaron un método de estimulación cerebral profunda (ECP) durante el sueño que mejora la memoria, informó The Jerusalem Post.

El estudio publicado en la revista Nature Neuroscience demostró por primera vez que la memoria a largo plazo se consolida en el cerebro a través de la comunicación entre el hipocampo y la corteza cerebral durante el sueño.

La investigación, dirigida por la Dra. Maya Geva-Sagiv (hoy en la Universidad de California en Davis) en colaboración con los laboratorios del Prof. Yuval Nir, del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Medicina Sackler de TAU y la Escuela Sagol de Neurociencia, y el Prof. Yitzhak Fried, del Departamento de Neurocirugía de UCLA y la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv comenzó con un estudio sobre la epilepsia en UCLA.

“El Prof. Fried implantó electrodos en los cerebros de pacientes con epilepsia para intentar localizar las zonas que causan sus ataques epilépticos, y ellos se ofrecieron voluntarios para participar en un estudio sobre los efectos de la estimulación cerebral profunda durante el sueño”, explicó el Prof. Yuval Nir.

Los investigadores probaron por primera vez en humanos la hipótesis que la actividad coordinada del hipocampo y la corteza cerebral durante el sueño es un mecanismo crítico en la consolidación de la memoria.

“Mejoramos la consolidación de la memoria mediante un protocolo de estimulación especial que aumentó la sincronización entre estas dos áreas del cerebro. La intervención durante el sueño es un enfoque único que puede seguir desarrollándose en el futuro para proporcionar esperanza a las personas con demencia”, señaló Nir.

El estudio encontró que la estimulación cerebral profunda (ECP) mejora la comunicación eléctrica entre el hipocampo, que interviene en la adquisición de nuevos recuerdos y la corteza frontal, donde se almacena la memoria a largo plazo. Al monitorizar la actividad del hipocampo durante el sueño, el sistema permite administrar con precisión la estimulación eléctrica a la corteza frontal.

Los participantes en el estudio completaron dos pruebas de memoria: una sin alteraciones y otra con estimulación. En ambas ocasiones, al despertar se les pidió reconocer a personas famosas cuyas imágenes habían visto la noche anterior. El estudio descubrió que la estimulación cerebral profunda mejoró significativamente la precisión de su memoria.

“Nuestro método tuvo un efecto beneficioso tanto en la actividad cerebral durante el sueño como en el rendimiento de la memoria”, afirmó Fried.

“Todos los pacientes que recibieron estímulos sincronizados en la corteza frontal demostraron un mejor rendimiento de la memoria en comparación con las noches de sueño tranquilo. El grupo de control, que recibió estímulos similares pero no sincronizados, no mostró ninguna mejoría”.

“Nuestros hallazgos apoyan la hipótesis de que la coordinación precisa entre las ondas del sueño favorece la comunicación entre el hipocampo, que asimila los nuevos recuerdos, y la corteza frontal, que los almacena a largo plazo”, agregó Nir.

“Para nuestra sorpresa, también descubrimos que la intervención no aumentó significativamente el número de respuestas correctas de los participantes, sino que redujo el número de respuestas erróneas. Esto sugiere que el sueño agudiza la precisión de nuestra memoria o, en otras palabras, elimina diversas distracciones del rastro de memoria relevante“, concluyó.

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