Tras una década de trabajo, investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias afirman haber creado modelos de embriones humanos derivados de células madre fuera del útero, informó The Times of Israel.

El avance contribuye a una mayor comprensión del desarrollo embrionario, así como al estudio de la genética de diversos órganos, el posible cultivo de órganos para trasplantes y la investigación de los efectos de los fármacos en los embriones.

El descubrimiento se dio a conocer el jueves en una versión previa a la impresión de un artículo que se encuentra en fase avanzada de revisión en una prestigiosa revista científica.

El embrión derivado de células madre (SEM), que no se somete a ninguna manipulación genética, equivale a un embrión de 14 días con un saco vitelino, una cavidad amniótica, placenta y células del corion, o la membrana fetal más externa.

“No tiene corazón ni cerebro, pero su organización es muy compleja y ya empieza a mostrar una diferenciación temprana de los tejidos”, afirma el profesor Jacob Hanna.

Hanna y su equipo del Departamento de Genética Molecular de Weizmann fueron los primeros en publicar sus hallazgos sobre la creación de embriones de ratón en la revista Cell en 2022 y en Nature en 2021.

Ahora crearon embriones humanos a través de un complicado proceso implementado en modelos animales.

“Creamos células madre pluripotentes inducidas para convertirlas en el saco vitelino, el corion, los trofoblastos, etcétera. Luego las pusimos en un agitador y cambiamos el protocolo de los medios”, señaló Hanna en una entrevista con The Times of Israel.

“Algunos de los medios que utilizamos ya se habían discutido antes, pero los tres medios críticos son nuevos y se describen en nuestro artículo”, añadió.

Este avance se produce poco después de una publicación en The Guardian sobre la creación de embriones humanos sintéticos por la profesora Magdalena Żernicka-Goetz, de la Universidad de Cambridge y el Instituto de Tecnología de California, quien anunció el estudio en la reunión anual de la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre celebrada el miércoles en Boston.

Hanna tachó de prematuro el anuncio de Żernicka-Goetz.

“Sus afirmaciones son escandalosas. Ni siquiera ha publicado un artículo preliminar. He visto su presentación y las pocas diapositivas que ha mostrado. Su modelo no tiene placenta ni saco vitelino, así que no se le puede llamar embrión. Yo no lo llamaría un éxito”, dijo.

“En general, no podemos imitar los complejísimos procesos que tienen lugar durante el desarrollo embrionario. Para ello, necesitamos saber cuáles son los genes y las proteínas que se activan o desactivan durante este proceso de desarrollo. Una vez que los descubrimos, podemos añadirlos o reducirlos. Por eso necesitamos imitar al embrión”, comentó.

“Pero no conocemos el embrión humano. Fabrica todos sus órganos entre el séptimo y el vigésimo octavo día de embarazo. Después, solo se dedica a crecer durante los ocho meses siguientes. Así que tenemos estas tres semanas críticas al principio, cuando todo esto sucede, pero es una caja negra”, agregó.

No hay embriones en esa fase que puedan estudiarse porque la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas durante esas primeras semanas. Si sufren un aborto espontáneo, ni siquiera lo sabrán.

Sin embargo, si una mujer supiera que está embarazada y decidiera abortar en ese momento, por lo general lo haría médicamente. Un aborto quirúrgico, poco probable, dañaría al embrión. Ninguna de estas opciones proporcionaría a los investigadores embriones para estudiarlos, y desde luego no en grandes cantidades.

“Así que lo que tenemos es una forma de ver dentro de esa caja negra. Con nuestro SEM tenemos un sistema modelo [muy parecido al que se encontraría en el útero de una mujer embarazada] que nos permite estudiar problemas con el desarrollo del saco vitelino, por ejemplo. O podemos aprender por qué el tubo neural no se cierra correctamente durante esa etapa”, concluyó Hanna.

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