Decenas de miles de personas protestaron este sábado por vigésimo cuarta semana consecutiva contra la reforma judicial del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu de cara a una votación clave que determinará la elección de los próximos jueces de la Corte Suprema, informó Haaretz.

El Colegio de Abogados de Israel celebrará elecciones este martes. La votación de este año es especialmente polémica, ya que la asociación envía dos representantes al Comité de Nombramientos Judiciales, compuesto por nueve miembros.

Los opositores a la reforma judicial temen que la coalición intente ejercer su influencia sobre el Comité de Nombramientos Judiciales a través de Efraim “Efi” Navé, un candidato que se ha manifestado a favor de la reforma judicial del gobierno.

Los grupos de protesta promueven a Amit Becher, quien preside temporalmente el Colegio de Abogados y se presenta como candidato contra Navé con el apoyo de la oposición.

Becher dijo a la multitud en Tel Aviv que el gobierno intenta “apoderarse del Comité de Nombramientos Judiciales a través de las elecciones del Colegio de Abogados“, y por ello postergó la elección de los representantes de la Knéset la semana pasada.

“Lo que no lograron hacer a través de la reforma, que se suspendió gracias a todos ustedes, ahora intentan hacerlo eligiendo a un presidente con cargos penales que les dará el control sobre el nombramiento de jueces y el próximo presidente de la Corte Suprema“, dijo en referencia a Efi Navé, quien fue acusado de entrar y salir ilegalmente del país en 2019, y se vio envuelto en un escándalo sexual por un puesto de juez ese mismo año.

“Los acontecimientos del pasado miércoles en la Knéset, el intento de postergar la convocatoria del Comité de Nombramientos Judiciales, son una prueba más de la revolución contra la que hemos estado luchando durante meses; un intento de destruir la independencia del sistema judicial, de nombrar jueces políticos, de controlar la presidencia de la Corte Suprema y de  destruir la democracia”.

La exministra de Justicia y Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, afirmó que la coalición “ya está impulsando decisiones y leyes fascistas que cambiarán la faz de Israel para siempre”.

El gobierno está impulsando “leyes que eliminan la igualdad, que establecen la supremacía religiosa sobre la población secular, la supremacía judía sobre los árabes y la supremacía corrupta sobre los jueces”, acusó Livni.

En Haifa, Alon Pinkas, excónsul general de Israel en Nueva York, acusó a Netanyahu de “arruinar las relaciones con Estados Unidos“. Explicó que el “daño que Netanyahu causó a las relaciones estratégicas con el gobierno estadounidense amenaza la economía y la seguridad de Israel, y representa el mayor fracaso” del primer ministro.

“Todos sabemos que Netanyahu aún no ha sido invitado a la Casa Blanca, seis meses después de asumir el cargo. Con sus propias manos y con gran esfuerzo, ha logrado crear un déficit de fe a lo largo del tiempo”, dijo Pinkas. “Netanyahu se ha colocado en el corazón de los extremistas, mesianistas, teócratas y antidemócratas de Israel y de Estados Unidos. No es de extrañar que Biden no quiera verlo”.

En el cruce de Karkur, cerca de Haifa, el exprimer ministro Ehud Olmert, se vio obligado a abandonar el lugar ante la oposición de los manifestantes. Olmert fue condenado en 2014 por dos cargos de soborno en el marco de un escándalo de corrupción cuando se desempeñaba como alcalde de Jerusalén.

También se celebraron protestas en plazas, cruces y ciudades, desde Nahariya, en el norte, hasta Tzukim en el sur. En Holon, los manifestantes presentaron una denuncia a la policía contra un conductor que los roció con gas pimienta.

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