El grupo de asistencia jurídica Honenu anunció este viernes que el servicio de Seguridad Shin Bet detuvo a tres israelíes residentes de los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania) sospechosos de atacar aldeas palestinas tras el atentado cerca de Elí, informó The Times of Israel.

La ONG de derecha afirmó que a los sospechosos se les negó asesoramiento jurídico y prometió presentar un recurso urgente, calificando la decisión de “extraordinaria” en un breve comunicado emitido el jueves por la noche. Según la organización, los tres sospechosos tienen alrededor de 20 años y uno de ellos está casado.

Las detenciones se producen en medio de disturbios y ataques de venganza perpetrados esta semana por israelíes extremistas contra palestinos en Judea y Samaria (Cisjordania).

El martes por la noche, cientos de jóvenes extremistas arrasaron varias localidades palestinas tras los funerales de las víctimas del ataque terrorista.

Nuevas imágenes publicadas el jueves muestran a israelíes enmascarados vandalizando una mezquita en el pueblo de Urif, de donde venían los terroristas palestinos, durante un asalto el día anterior. Uno de ellos destroza un Corán en la calle, fuera de la mezquita.

“Los asaltos de los colonos continúan sin que el ejército haga nada por detenerlos”, declaró la organización israelí de derechos humanos Yesh Din. “Las impactantes imágenes demuestran que su único propósito es incitar a disturbios cometiendo pogromos organizados”.

Israelíes extremistas del asentamiento de Yitzhar también prendieron fuego a una escuela e intentaron incendiar viviendas y la mezquita, dijeron los residentes palestinos.

Fuentes de seguridad israelíes informaron que decenas de israelíes residentes de los asentamientos, algunos de ellos armados, incendiaron casas y vehículos en la localidad de Turmus Ayya.

Tras los disturbios en Turmus Ayya, estallaron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los palestinos. El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina anunció que una persona, Omar Ketin, de 27 años, murió por disparos.

El embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, condenó los disturbios y afirmó que Washington no se quedará de brazos cruzados ante la violencia de los colonos de los últimos días. Añadió que Estados Unidos pide a Israel y a sus organismos de seguridad tomar las medidas necesarias para prevenir este tipo de incidentes violentos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía también condenó el ataque en Urif. “Condenamos el ataque perpetrado por un grupo de colonos judíos contra nuestro libro sagrado, el Corán, al entrar en una mezquita de la localidad de Urif, situada en los territorios palestinos bajo ocupación israelí”, dice el comunicado.

El ministro egipcio de Dotaciones Religiosas, Mohamed Mokhtar Gomaa calificó la violencia como “fuente de terrorismo, extremismo y racismo que desarraiga cualquier posibilidad de coexistencia, y socava violentamente la libertad de culto en condiciones de seguridad y paz”.

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