El presidente de Israel Yitzhak Herzog condenó este lunes los ataques de israelíes extremistas contra palestinos en Judea y Samaria (Cisjordania) tras el atentado en el asentamiento del Elí, así como el discurso violento en la sociedad israelí, informó The Jerusalem Post.

“He observado un aumento significativo del discurso violento en la vida pública israelí desde el final de las conversaciones en la Residencia del Presidente. Temo que esta agresión se deteriore hasta convertirse en violencia física que podría conducir al derramamiento de sangre”, manifestó Herzog durante una ceremonia del servicio de seguridad Shin Bet.

El presidente condenó el atentado en el asentamiento de Elí como un acto de “terrorismo brutal que se cobró queridas víctimas nuestras”, y los disturbios de israelíes extremistas como “violentos, crueles y desenfrenados”.

“Estos actos son ilegales e inmorales. Hay ciudadanos israelíes que encontraron en los difíciles y dolorosos sucesos un motivo para disturbios violentos, crueles y desenfrenados contra palestinos inocentes”, enfatizó.

El jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzl Halevi, el director del servicio de seguridad Shin Bet, Ronen Bar, y el comisario de policía, Kobi Shabtai, condenaron este sábado la ola de ataques contra aldeas palestinas.

“En los últimos días, ciudadanos israelíes han perpetrado violentos ataques en Judea y Samaria contra palestinos inocentes. Estos ataques contradicen todos los valores judíos, son terrorismo nacionalista en todos los sentidos, y estamos obligados a detenerlos”, dijeron.

Para finalizar pidieron a “líderes de los asentamientos, educadores y líderes públicos condenar públicamente estos actos de violencia”.

En su discurso, Herzog apoyó las declaraciones de los jefes de seguridad y criticó los comentarios de la ministra de Misiones Nacionales, Orit Struck, del partido Hatzionut Hadatit, quien comparó las condenas con la rebelión del grupo Wagner en Rusia.

El presidente hizo un llamamiento a las figuras públicas para que se comporten de forma justa con quienes trabajan para mantener la seguridad de Israel. “El abuso imprudente hacia las fuerzas de seguridad y sus comandantes no puede tolerarse como parte de la rutina diaria. Nosotros, todos nosotros, debemos denunciarlo con firmeza”, declaró Herzog.

Desde el asesinato de cuatro israelíes en el asentamiento de Elí en Judea y Samaria (Cisjordania) la semana pasada, turbas de israelíes extremistas, algunos de ellos armados, arrasaron cinco aldeas palestinas e incendiaron viviendas y vehículos.

El líder de la oposición, Yair Lapid, señaló que la violencia de los colonos “pasó todos los límites”, calificándola de “vergüenza moral y amenaza para la seguridad nacional” y pidió al primer ministro Benjamín Netanyahu condenar “esta parodia” con la máxima urgencia.

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