El rabino y el Secretario del Tesoro.

En febrero de 1945, el Comité de rescate a los judíos del Holocausto, Vaad Hatzalá, y su representante, Isaac Sterenbuch, cerraron un trato con el jefe de la Gestapo, Heirich Himmler, a través de la mediación del ex presidente de Suiza, Jean-Marie Musy.

El acuerdo consistía en un intercambio. Una vez que el representante del “Vaad Hatzalá” depositase un millón de dólares en un banco suizo, Himmler liberaría de los campos de exterminio a 15,000 sobrevivientes judíos cada semana y los enviaría en transporte a Suiza.

Para demostrar su “buena voluntad”, Himmler libero a 1200 judíos del campo de concentración de Theresienstadt.

Sin embargo, para enviar el millón de dólares,  Vaad Hatzalá necesitaba una autorización de parte del gobierno de los Estados Unidos.

Allí se presentó un problema; la autorización debía ser otorgada por el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Morgenthau, Jr. , quien a su vez era judío y amigo personal del entonces presidente Franklin Roosevelt.

 

Henry Morgenthau, Jr.
Henry Morgenthau, Jr.

En esos días, Morgenthau recibió a la delegación judía del “Vaad Hatzalá”, que estaba integrada por algunos rabinos, como por ejemplo el famoso Rabi Aharon Kotler, así como por un importante dirigente, llamado Irving Bunim.

Al principio, el secretario del Tesoro rechazó la idea, argumentando que, el gobierno de los Estados Unidos no aceptaría dar soborno alguno a los nazis. Pero cuando el Rabino Aharon Kotler escucho esas palabras, se irritó terriblemente, y exclamó en Idish:

“Señor Morgenthau, si usted no posibilita la salvación de esos judíos, su cargo no vale absolutamente nada.

Una sola vida judía vale más que todos los cargos en Washington”.

Morgenthau, aunque era judío, no entendía el idish. Al ver el enojo del Rabino Kotler, se quedó muy impresionado.

Irving Bunim, quien acompañaba al rabino, tradujo las palabras del rabino del idish al inglés, de la siguiente manera:

“Secretario Henry Morgenthau, si debido a su elevada posición en el gobierno, usted considera que ha de ser muy difícil otorgarnos esa autorización, entonces le rogamos que encuentre la forma de dar curso a nuestro pedido de alguna otra manera”.

Pero el Rab Aharon, quien estaba parado junto a Irving Burning, comprendió que sus palabras no habían sido traducidas fielmente. Allí mismo,  le reclamó a Burning su mala interpretación y le pidió que transmita las palabras tal cual como él las había expresado.

Burning entonces no tuvo otra alternativa y dijo a Morgenthau: “El Rab. Aharon Kotler cree que usted teme perder su cargo. Sepa entonces, que una sola vida judía vale más que todos los altos cargos”.

En ese momento, en el despacho del secretario del Tesoro de EE. UU se hizo un silencio absoluto.

El ministro de finanzas bajó la cabeza y, después de un instante tomó la palabra:

“Señor Bunim, dígale usted al rabino que yo soy judío, y estoy dispuesto a renunciar no solo a mi cargo, sino a mi vida, para salvar a mi pueblo”.

Al poco tiempo, el Comité de rescate para los judíos del Holocausto, “Vaad Hatzalá”, recibió la autorización del gobierno americano para la transferencia de la suma mencionada.

 

Rabino Aharon Kotler
Rabino Aharon Kotler

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