Enlace Judío- Este relato trata de un encuentro entre el Rabino y el Padrino.
La Torá nos relata sobre un encuentro que tuvo lugar entre el Faraón de Egipto, quien era el gobernante más poderoso de la tierra, con uno de nuestros patriarcas, Yaakov Abinu, el más grande líder espiritual de esa época.
El Faraón, que estaba impresionado con la santidad de Yaakov, recibió una bendición especial de él.
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Así como Rashi escribe, en nombre del Midrash Tanjuma, que el patriarca Yaakov bendijo al Faraón para que cada vez que bajara la marea del río Nilo, las aguas, con su bendición, se elevarian e irrigarían la tierra.
Esa reunión entre el Faraón y Yaakov Abinu en Egipto sucedió hace más de 3000 años.
Sin embargo, fue muy similar a otra reunión que hubo entre un Padrino de la mafia y un Rabino, que tuvo lugar en New Jersey hace más o menos 80 años.
Fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando veinticuatro jóvenes judíos fueron detenidos en Italia por haber huido de un campo de concentración en Polonia, y estaban a punto de ser enviados a la Europa ocupada por los nazis, enfrentando así una muerte segura.
El rabino Aharon Kotler, fundador y Rosh Yeshivá (director) de la famosa Yeshivá Beth Medrash Govoha en Lakewood, Nueva Jersey, recurrió a su amigo, el conocido activista Irving Bunim, para que buscase a alguien que pudiera interceder en favor de esos veinticuatro judíos atrapados en Italia, que estaban a punto de ser regresados al campo de exterminio nazi.
Irving Bunim le sugirió al rabino que los únicos que quizás podrían lograr rescatarlos y traerlos sanos y salvos a los Estados Unidos, serían líderes de la mafia italiana.
Por lo tanto, el rabino Aharon Kotler instó a Bunim contactarlos de inmediato. La tarea no fue fácil, pero luego de muchos esfuerzos y varias conexiones, se logró. Entonces Bunim le preguntó al Rab Aharon: “¿Rabino, a quién enviaremos a la reunión con la mafia?”
El Rab Kotler le respondió: “iremos solo tú y yo”.
De esa manera, el rabino y Bunim fueron a encontrarse con el famoso padrino de la mafia, Joe Bonanno, alias “Joe Bananas”.
Como el rabino no hablaba inglés, Irving le tuvo que explicar al mafioso, el problema de los jóvenes judíos atrapados en Italia. El padrino de la mafia le preguntó al Bunim: “¿Quién es el anciano que está sentado a su lado?”.
Irving Bunim le respondió: “Es el rabino Aharon Kotler y es Padrino del pueblo judío”. ¿Es cierto? preguntó Bonano. “Entonces dile al rabino que quiero una bendición suya”.
Irving se volvió hacia el Rab Aharon, y en yiddish le dijo: “Ehr vill a bracha fun de rov” (quiere una bendición del rabino). El Rab Aharon entonces pensó:
“¿Qué bendición yo le podré dar a este mafioso? ¿Que tenga éxito en todo lo que haga?”
“No…..esa Berajá no es adecuada para él”.
Entonces le respondió el Rab: “Zog em ehr zol leiben lang un shtarben”. Bunim se volvió hacia Joe Bonanno y le dijo:
“El rabino te bendice con una sana y larga vida, y dice que vas a morir en la cama de tu casa.
Cabe mencionar que casi todos los jefes de la mafia eran asesinados en la calle, o encerrados en la cárcel y nunca llegaban a la vejez.
Al oír eso, Joe Bonanno expresó: “Me gustó esa bendición y con eso ya me doy por pagado”. A su vez, le prometió al rabino que él mismo se ocuparía del asunto pendiente y que sus contactos le traerían en libertad lo más pronto posible a esos judíos detenidos en Italia.
Y así fue. En quince días, llegaron los veinticuatro jóvenes judíos a América.
En 1968, veintiséis años después de este encuentro, una gran limusina negra se detuvo frente a la Yeshivá Beth Medrash Govoha en Lakewood, New Jersey.
Dos hombres bajaron del coche y caminaron hacia la oficina de la Yeshivá, argumentando que estaban buscando al rabino. En ese momento salió un hombre para recibirlos.
“No, a ti no te estamos buscando, dijeron los dos hombres con apariencia italiana, estamos buscando a un hombre mayor, a un importante rabino”.
“Ese era mi padre”, les respondió “el Rosh Yeshivá, Rab Shneur Kotler, pero ya falleció hace seis años”.
Los hombres se identificaron como Salvatore y Joe Jr Bonanno y le explicaron que ellos eran hijos del padrino Joe Bonanno y que su padre siempre había atribuido su larga vida a la bendición del rabino Aharon Kotler, su santo padre.
“Sin embargo, ahora que nuestro padre se acaba de retirar, nosotros nos estamos haciendo cargo de “este negocio”, y entonces vinimos hasta aquí para poder recibir la misma bendición que el rabino le había dado a nuestro padre”.
“Lo siento, les dijo el Rab Shneur Kotler a los mafiosos; mi padre podía hacer eso, pero yo no estoy en ese nivel”.
Decepcionados, los nuevos jefes de la mafia italiana se despidieron del rabino Shnuer y se retiraron.
Pero lo increíble fue que, a pesar de todo un historial de arrestos que tenía el mafioso Joe Bonanno desde la década de 1920, nunca fue condenado por un delito grave. Solamente una vez fue multado con 450 dólares y retenido por desacato al tribunal al negarse a testificar en 1985.
Al retirarse del negocio, se mudó con su familia a Tucson, Arizona.
Por salvar a veinticuatro judíos de una muerte segura de las garras de los nazis, y por la bendición del Rab Aharon Kotler, Joe Bonanno, el padrino de la mafia de los Estados Unidos, murió en su casa, el 11 de mayo 2002, por una insuficiencia cardíaca a la edad de 97 años, recostado en su cama, así como le había vaticinado el rabino.
Esta escrito: “TZADIK GOZER VEHAKADOSH BARUJ HU MEKAYEM” “Lo que el justo dicta, DI-s se lo cumple”.
DI-s incluso refleja una santidad especial en el rostro de los “Tzadikim” (justos), que los demás, sin darse cuenta, perciben.
Es por eso por lo que, el mafioso le pidió una “Berajá” (bendición) al rabino, sabiendo que, si venía de él, seguramente se iba a cumplir.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío. Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
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