Decenas de millones de personas se han registrado con velocidad en la nueva aplicación de Meta, Threads, que busca competir con Twitter, una señal de que los usuarios están buscando una alternativa a esta última plataforma tras los cambios hechos por Elon Musk.

El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, dijo este jueves que 30 millones de personas se registraron en la aplicación, incluidos 10 millones en las primeras siete horas de su lanzamiento el miércoles en los EE. UU. y más de 100 países, incluidos Gran Bretaña, Australia, Canadá y Japón, según la AP.

Threads se anuncia como una versión basada en texto de la aplicación Instagram para compartir fotos de Meta que, según la compañía, proporciona “un espacio nuevo y separado para actualizaciones en tiempo real y conversaciones públicas”.

Los usuarios de Instagram pueden iniciar sesión con sus nombres de usuario existentes y seguir las mismas cuentas en la nueva aplicación, lo que brinda a los usuarios de Threads una audiencia preparada y una ventaja sobre otros rivales de Twitter como Bluesky y Mastodon.

Hubo mucho entusiasmo entre los usuarios de Threads acerca de la oportunidad de comenzar de nuevo con una nueva aplicación de redes sociales, lo que le dio a Threads una vibra de “primer día de clases”.

Los primeros usuarios han incluido a celebridades como el chef Gordon Ramsay, la estrella del pop Shakira y el actor Jack Black, así como Airbnb, Guinness World Records, Netflix, la revista Vogue y otros medios de comunicación.

También hubo fallas, molestia por la falta de un feed cronológico y quejas por la falta de funciones, lo que planteó la pregunta de si el estallido inicial de interés conduciría a un crecimiento sostenido que podría representar un desafío significativo para Twitter.

“La euforia en torno a un nuevo servicio y esta explosión inicial probablemente se calmarán”, dijo a la AP Paolo Pescatore, analista de tecnología de PP Foresight. “Pero es evidente que esta alternativa llegó para quedarse y demostrará ser un rival digno dados todos los problemas de Twitter”.

Los problemas iniciales para Threads incluyen las publicaciones de Zuckerberg, o Threads, como se les llama, que no se cargan en varios países. Pero sí aparecieron sus respuestas a otros usuarios.

El CEO de Instagram, Adam Mosseri, reconoció los primeros problemas.

“La verdadera prueba no es si podemos generar mucha publicidad, sino si todos encuentran suficiente valor en la aplicación para seguir usándola con el tiempo”, publicó Mosseri en un hilo.

“Y hay toneladas de elementos básicos que faltan: búsqueda, hashtags, un feed de seguimiento” y mensajes directos, dijo. “Estamos en eso”, pero “llevará tiempo”.

Los hilos tienen botones para dar me gusta, volver a publicar, responder o citar un hilo, y los usuarios ven la cantidad de Me gusta y respuestas que ha recibido una publicación.

Las publicaciones están limitadas a 500 caracteres, que es más que el umbral de 280 caracteres de Twitter para la mayoría de los usuarios, y pueden incluir enlaces, fotos y videos de hasta cinco minutos de duración.

Algunos cuestionaron si tenía sentido buscar combinar usuarios de Twitter e Instagram, que son dos grupos en línea distintos. Twitter está diseñado para actualizaciones rápidas y breves, mientras que Instagram es mejor para publicaciones visualmente creativas.

“Algunas personas querrán mantenerlo separado de Instagram por numerosas y muy buenas razones”, dijo Pescatore. “Esto es algo que Meta podría tener que abordar, lo que podría detener su progreso”.

La nueva oferta de Meta también ha planteado preocupaciones sobre la privacidad de los datos.

Threads representa un nuevo dolor de cabeza para Musk, quien adquirió Twitter el año pasado por 44 mil millones de dólares. Los analistas dijeron que combinar las características del estilo de Twitter con la apariencia de Instagram impulsaría la participación de los usuarios.

Musk ha realizado una serie de cambios que han provocado una reacción violenta, el último de los cuales son los límites diarios en la cantidad de tuits que las personas pueden ver para tratar de detener el raspado no autorizado de datos potencialmente valiosos.

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