El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, salió este lunes en defensa de una de las piezas de la reforma judicial que se vota esta semana y que ha generado conmoción entre los opositores a su gobierno.

“La enmieda al principio de razonabilidad tal y como está en la propuesta delineada por el juez de la Corte Suprema de Justicia [Noam] Sohlberg, no es ‘el fin de la democracia’, sino que es un fortalecimiento a la democracia”, dijo Netanyahu al inicio de un mensaje en video.

Las limitaciones al principio de razonabilidad propuestas por el juez Sohlberg han sido citadas con frecuencia por el gobierno de Netanyahu, pero su propuesta en la Knéset va mucho más allá de dicha iniciativa.

“El principio de razonabilidad tal y como está da un amplio lugar a decisiones arbitrarias”, aseguró el mandatario.

“El expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Asher Grunis, ha dicho que el principio de razonabilidad ‘aumenta la incertidumbre judicial’.

“Y la [ex]jueza Procaccia dijo que ‘puede llevar a que el Poder Judical llegue a terrenos donde no está previsto que actúe’.

“El cambio propuesto por Sohlberg cambia esto. Incluso después del cambio, la independencia del Poder Judicial y los derechos humanos en Israel no serán afectados de modo alguno.

“Los tribunales continuarán revisando la legalidad y los nombramientos de funcionarios del gobierno.

“Y el gobierno y los ministros no podrán tener consideraciones ajenas, ni actuar con conflictos de intereses ni designar nombramientos inadecuados.

“Por el contrario, bajo la supervisión de los tribunales, el gobierno deberá actuar de buena fe, de manera proporcional, con sentido común y equidad.

“Es por esto que el principio de razonabilidad según el juez Sohlberg no es el fin de la democracia, sino el fortalecimiento de la democracia.

“Y por supuesto que no es niguna razón para hacer llamados a la insubordinación en las FDI o para afectar la vida de millones de ciudadanos”, concluyó.

La Knéset votará hoy la iniciativa de ley que busca limitar al Poder Judicial en su capacidad para revisar la razonabilidad de las decisiones del gobierno.

El proyecto de ley se está acelerando a través del proceso legislativo para que se convierta en ley antes de que la Knéset entre en receso el próximo 30 de julio.

Dado que se espera que el gobierno apruebe rápidamente el proyecto de ley en su primera lectura, los opositores a la reforma judicial prometieron grandes protestas esta semana.

El breve texto del proyecto de ley prohíbe por completo que los tribunales utilicen la prueba de razonabilidad para invalidar o incluso discutir las decisiones tomadas por el gabinete, los ministros y “otros funcionarios electos, según lo establece la ley”.

Si el proyecto de ley se aprueba en su primera lectura el lunes como se espera, el diputado Simja Rothman, jefe de la Comisión de Constitución, Ley y Justicia convocará al organismo el martes para comenzar los preparativos para la segunda y tercera lectura.

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