La Asociación Médica de Israel anunció un paro de un día en el sistema de salud tras la aprobación de la primera ley de la reforma judicial, informó The Times of Israel.

El sistema de salud pública operará en un horario de fin semana, mientras las salas de emergencia de los hospitales generales y psiquiátricos funcionarán como de costumbre, al igual que las clínicas comunitarias en Jerusalén y sus alrededores.

“Estamos haciendo todo lo posible para que los pacientes no se vean afectados por los pasos que nos hemos visto obligados a tomar. Operaremos en un horario de fin de semana y días festivos, pero los comités de médicos y jefes de departamento garantizarán la presencia de personal suficiente con médicos en rotación”, dijo la Asociación en un comunicado.

El presidente de la Asociación Médica, profesor Zion Hagay, calificó la ley que impide a los tribunales anular decisiones del gobierno en función de su “razonabilidad”, como “unilateral”.

“Hoy es un día difícil para el Estado de Israel y el pueblo de Israel, dijo Hagay tras la aprobación de la ley.

“La Asociación Médica advirtió en reiteradas ocasiones que las consecuencias de la versión extrema de la ley que elimina el principio de ‘razonabilidad’ tendrán severas repercusiones en el sistema de salud, los pacientes y los médicos. Nuestras esperanzas de una versión más moderada se desvanecieron”, dijo.

Hagay anunció el domingo durante una protesta de médicos y profesionales de la salud que la Asociación anunció un conflicto laboral y convocará a un paro si se aprueba la ley. Agregó que la organización apelará a la Corte Suprema de Justicia.

Debido a la breve notificación del paro, los pacientes con citas programadas para procedimientos y cirugías en el hospital serán considerados caso por caso. Las clínicas ambulatorias estarán cerradas.

Servicios médicos como diálisis, tratamientos de FIV, ecografías para mujeres embarazadas, urgencias, salas de maternidad, departamentos neonatales, tratamientos oncológicos, cirugías y algunos servicios psiquiátricos no se verán afectados por el paro.

Todas las clínicas del fondo de salud comunitario, excepto las de Jerusalén, estarán cerradas.

Al enterarse de la huelga inminente, el ministro de Salud, Moshé Arbel, y el director general del Ministerio de Salud, Moshé Bar Siman Tov, consultaron con el fiscal general adjunto Avital Sompolinsky y representantes de la Oficina del Fiscal del Estado.

Según el vocero de Arbel, el ministro pidió a los abogados investigar la posibilidad de aplicar una orden judicial para evitar “este paro salvaje de última hora que perjudicará injustamente a miles de pacientes”.

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