Israel presentó esta semana una opinión formal a la Corte Internacional de Justicia, declarando que no tiene autoridad para manifestar una opinión sobre el conflicto israelí-palestino, según un informe del jueves, informó The Times of Israel.

Jerusalén dijo que la CIJ no es el lugar para adjudicar el conflicto y que, en cambio, se necesitan negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina, reportó la cadena Kan.

El Consejo de Seguridad Nacional dijo en respuesta al informe de Kan que, junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores, estaban trabajando para convencer a los países amigos de presentar opiniones a la CIJ para respaldar la postura de Israel.

“La posición de Israel es que el proceso realizado no tiene autoridad y que todas las disputas con la Autoridad Palestina deben resolverse en negociaciones entre las partes”, dijo el Consejo.

“Seguiremos luchando contra las mentiras de los palestinos y los intentos de deslegitimación contra Israel”, dijo el canciller Eli Cohen.

“Agradezco a nuestros amigos de todo el mundo que presentaron posiciones ante la corte y a la mayoría de los estados miembros de las Naciones Unidas, que desde el principio no echaron una mano y no apoyaron la iniciativa palestina que busca abusar de la Corte Internacional de Justicia en La Haya para promover una agenda unilateral contra Israel”.

Kan señaló que la respuesta oficial a la CIJ contradecía la política gubernamental declarada de que no cooperaría con La Haya, así como el hecho de que la actual coalición de derecha de línea dura no está interesada en las negociaciones de paz con los palestinos.

Bajo la presión de Jerusalén, Estados Unidos también envió una respuesta a La Haya respaldando la posición de Israel, según el informe.

En febrero, la CIJ anunció un cronograma para el inicio de la investigación, fijando el 25 de julio como fecha límite para presentar declaraciones escritas en el caso, y una fecha límite de octubre para comentarios sobre esas declaraciones, luego de recibir la solicitud formal de la Asamblea General de la ONU para opinar sobre el conflicto.

La CIJ es el máximo tribunal de las Naciones Unidas para la mediación de disputas entre países. Sus fallos influyen en la opinión pública y los procesos legales, pero no tiene un mecanismo de aplicación.

La Asamblea General de la ONU aprobó en diciembre una resolución impulsada por los palestinos pidiendo a la CIJ una “opinión consultiva” sobre la “ocupación prolongada, el asentamiento y la anexión del territorio palestino” por parte de Israel.

También pidió una investigación sobre las medidas israelíes “dirigidas a alterar la composición demográfica, el carácter y el estatus de la Ciudad Santa de Jerusalén” y acusó a Israel de haber adoptado “legislación y medidas discriminatorias”.

La Asamblea General hizo la solicitud a la corte después de que la Comisión de Investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU recomendara que lo hiciera.

Este último panel es abrumadoramente crítico con Israel y sus informes ignoran casi por completo el terrorismo y la violencia de palestinos y culpan en gran medida a Israel por el conflicto.

La CIJ emitió por última vez una opinión consultiva sobre el conflicto palestino-israelí en 2004, cuando la Asamblea General le pidió que dictaminara sobre la legalidad de la barrera de seguridad de Judea y Samaria. El tribunal dictaminó que la barrera construida por Israel era “contraria al derecho internacional” y pidió al país que detuviera inmediatamente la construcción.

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