Uno de los dos sospechosos israelíes detenidos por la muerte de un palestino fue puesto bajo arresto domiciliario el martes después de que un tribunal determinó que la policía no tiene pruebas suficientes para mantenerlo bajo custodia, informó The Times of Israel.
Sin embargo, la liberación de Elisha Yered, ex portavoz de la diputada Limor Son Har-Melech del partido de extrema derecha Otzmá Yehudit, se retrasó hasta las 8 p.m. a petición de la Policía de Israel, que tiene la intención de presentar una petición contra la decisión del Tribunal de Distrito de Jerusalén. Har-Melech asistió al tribunal para la audiencia.
Si es liberado, Yered estará bajo arresto domiciliario en la casa de su tío. Tiene prohibido mantener conversaciones telefónicas y se le permite salir de las instalaciones solo para asistir a interrogatorios policiales o audiencias judiciales.
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El otro sospechoso, Yehiel Indore, permanecerá bajo custodia, aunque tiene una audiencia preventiva programada para el miércoles.
Se cree que Indore fue la persona que mató a tiros a Qusai Jamal Matan, de 19 años, el viernes pasado durante un enfrentamiento entre colonos israelíes y palestinos en el norte de Judea y Samaria, en las afueras de la ciudad de Burqa. Se sospecha que Yered participó en el tiroteo y obstruyó la investigación del incidente al llevarse la pistola a casa.
Indore permanece bajo vigilancia policial en un hospital de Jerusalén, donde recibe tratamiento por una herida grave en la cabeza que sufrió cuando un palestino le arrojó una piedra.
El tribunal dictaminó que se permitiera a los miembros de la familia visitarlo en el hospital, lo que anteriormente se les había prohibido debido a su arresto.
El grupo de ayuda legal Honenu solicitó al tribunal que liberara a Indore y Yered. Los abogados argumentaron que Indore afirma que disparó en defensa propia, mientras que no se sospecha que Yered disparó contra Matan.
Durante la sesión de la corte, la jueza Tamar Bar-Asher reprendió a la policía por no estar debidamente preparada para la audiencia y dijo de Yered: “No entiendo por qué necesita permanecer bajo custodia”, según reportes.
“La evidencia que establece una sospecha de participación en los hechos no está en el nivel mínimo necesario para establecer una sospecha razonable, en lo que respecta a los delitos de homicidio involuntario”, dijo Bar-Asher. “No estoy convencido de que haya algo en las pruebas reunidas que establezca una sospecha razonable de su participación en los delitos graves de los que se sospecha”.
Asimismo, dijo, la evidencia de entorpecimiento de la investigación “es de muy baja gravedad, por lo que es dudoso que justifique la continuación de la detención”.
El abogado Avichai Hajbi, quien ayudó a presentar la petición en nombre de Yered e Indore, dijo en un comunicado: “Desde el principio, creímos que en este caso hay un concepto erróneo subyacente por parte de la unidad de investigación”.
Son-Har Melech dijo a los medios fuera de la audiencia que “la verdad está saliendo a la luz lentamente”.
“Aquí no hay nada”, dijo sobre el caso contra los dos sospechosos. “En cualquier otro país cuerdo habrían recibido pleno respeto y aprecio, impidieron un linchamiento, impidieron el asesinato de judíos”.
Las FDI han dicho que, según testigos, estallaron enfrentamientos junto a Burka después de que residentes de un puesto de avanzada cercano pastorearan ovejas en la zona.
Los palestinos de la ciudad se acercaron para expulsarlos de sus tierras, cuando estalló una confrontación verbal. En un momento, ambos lados comenzaron a arrojarse piedras entre sí, dijo el ejército israelí, y agregó que los palestinos también lanzaron fuegos artificiales.
“Durante el enfrentamiento, los civiles israelíes dispararon contra los palestinos. Como resultado de la confrontación, un palestino murió, otros cuatro resultaron heridos y un vehículo palestino fue encontrado quemado”, dijeron el sábado las FDI en un comunicado.
El pastor israelí involucrado fue interrogado bajo sospecha de asesinato y liberado el lunes, informó Ynet. Según los términos de su liberación, se le emitió una orden de restricción que le prohibía ir a burka durante 30 días.
Cinco palestinos también fueron arrestados por el incidente. Uno de ellos, un menor de edad, fue puesto en libertad el martes.
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