El canciller de Irán viajó a Arabia Saudita este jueves, marcando el primer viaje al reino del principal diplomático de Teherán en años después de que las dos naciones reanudaron lazos con la mediación de China, informó la AP.

La visita de Hossein Amirabdollahian se produce cuando Arabia Saudita e Irán intentan aliviar las tensiones entre sus naciones, que durante mucho tiempo se han visto como archirrivales por la influencia en todo el Medio Oriente.

Sin embargo, persisten los desafíos, particularmente sobre el avance del programa nuclear de Irán, la guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen y la seguridad en las vías fluviales de la región.

El viaje de Amirabdollahian a Riad se produce cuando las dos naciones están reabriendo misiones diplomáticas en los países de cada uno. Lo acompañó Alireza Enayati, la nueva embajadora de Irán en el reino.

El último canciller iraní que visitó Arabia Saudita en un viaje público fue Mohammad Javad Zarif, quien viajó al reino en 2015 para ofrecer sus condolencias por la muerte del rey Abdalá.

El reino rompió lazos con Irán en 2016 después de que los manifestantes invadieran los puestos diplomáticos sauditas allí. Arabia Saudita había ejecutado a un destacado clérigo chiíta con otros 46 días antes, lo que desencadenó las manifestaciones.

Eso ocurrió cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salman, entonces diputado, comenzó su ascenso al poder.

El hijo del rey Salman, el príncipe Mohammed, comparó previamente al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, con Adolf Hitler de la Alemania nazi, y amenazó con atacar a Irán.

Desde entonces, EE. UU. se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales en 2018.

Después de eso, se ha culpado a Irán de una serie de ataques, incluido uno dirigido al corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita en 2019, que redujo temporalmente a la mitad la producción de crudo del reino.

La religión también juega un papel clave en las tensiones. Arabia Saudita, hogar de la Kaaba, se ha presentado a sí misma como la principal nación sunita del mundo. Mientras tanto, la teocracia de Irán se ve a sí misma como la protectora de la minoría chiita del islam.

Pero después de la pandemia de coronavirus y la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán, las naciones del Golfo Pérsico, incluida Arabia Saudita, han comenzado a reevaluar cómo manejar las relaciones con Irán.

En marzo, el reino e Irán llegaron a un acuerdo con la mediación china para reabrir embajadas.

La guerra en Yemen continúa, aunque los ataques liderados por Arabia Saudita han disminuido drásticamente en medio de sus esfuerzos por retirarse del conflicto, que ha visto a los rebeldes hutíes respaldados por Irán mantener su control de años en la capital, Sanaa.

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