Enlace Judío – Shabat es una de las tradiciones más importantes dentro de la filosofía judía. Durante muchos siglos se tomó como la medida para separar a quien se consideraba observante, de quien no lo era, e incluso hoy permanece como un símbolo en el tiempo de lo que implica la identidad judía. Aún a la fecha, muchas familias escogen Shabat para reunirse y fortalecer los lazos a través de principios e identidad judía. Siempre se dijo que más que los judíos cuidaran Shabat, el Shabat cuidaba de los judíos. Por eso es difícil hablar de dicho día, está tan cargado de significados que incluso definir qué es y en qué consiste se vuelve un poco complicado para quien se ha enamorado de dicha vastedad. Por lo mismo en esta breve nota nos referiremos a los elementos más esenciales que componen el Shabat.

¿Qué es el Shabat y qué principios nos recuerda?

El Shabat se considera un día de descanso dedicado exclusivamente a cultivar la contemplación y la relación que cada individuo establece con D-os. En la Torá se nos pide, recordarlo, santificarlo y tenerlo como símbolo dentro de nuestras vidas; un recordatorio de la salida de Egipto y de la Creación. El Génesis incluso habla del primer Shabat en el mundo, durante el cual D-os descansó de todo trabajo y toda creación. Se considera que ese Shabat metafísico es la base de la espiritualidad en el hombre.

La Creación debe recordarnos la relación del hombre con D-os. La idea de que el hombre fue creado para conocer a D-os a través del mundo; es decir a través de su belleza, de su armonía, de su complejidad. Debe también recordarnos el trabajo espiritual que venimos a hacer en este mundo, el crecimiento interno que debemos llevar a cabo. La salida de Egipto representa la Revelación de D-os al hombre a través de la historia. El nacimiento de la nación de Israel, aquella que aceptó sobre la guía de la Divinidad y que destacó por su carácter moral frente al mundo, que debió convertirse en “una luz para as naciones”. Al fin y a cabo recordamos tanto nuestra relación individual con D-os como seres creados, como nuestra responsabilidad frente a las sociedades que creamos, nuestra historia y frente al hombre. El deseo de que la espiritualidad no sólo enriquezca al individuo, sino que también se impregne al funcionamiento comunitario y en un segundo paso al mundo.

Como toda práctica judía judía dichas enseñanzas se traducen a acciones o prohibiciones muy concretas que se preservan a lo largo del tiempo. El objetivo siempre es internalizar las enseñanzas que el día sugiere y vivirlas en carne propia no sólo escucharlas o entenderlas, sino rodearnos de ellas. Las siguientes acciones o prohibiciones que se requieren realizar en este día y que le dan al Shabat su carácter.

Las siete prácticas más importantes de Shabat

Kidush y tefila de Shabat

La Creación, la espiritualidad, la obligación de cuidar el Shabat, todo ello lo recordamos tanto en los rezos de Shabat (la tefila) como en el Kidush de Shabat. Éste último es un rezo que se hace sobre una copa de vino. Los sabios estipularon que se debían decir las bendiciones sobre una copa de vino cada vez que se llegue a una ocasión fundamental en la vida de un judío, como por ejemplo un matrimonio, un brit mila, un seder. El Shabar entonces es un momento fundamental para la vida de un judío y como tal las bendiciones se hacen sobre una copa de vino y se leen los pasajes que nos recuerdan la importancia y las enseñanzas que el mismo nos trae.

Elevación de la materia. Seuda de Shabat

En el Shabat se nos pide observar el mundo que nos rodea y gozar en él para apreciar con mayor profundidad la Creación de D-os. Es obligación regocijarse y disfrutar en el Shabat, recordar a D-os a través de nuestro placer. De esta manera dotamos de espiritualidad la materia. Al igual que los rezos sobre la copa de vino son obligatorios, también lo son tres comida tradicionales que se hacen con pan en este día. A éstas se les llama seudot (plural de seuda) y dichas comidas deberían exaltar nuestra alegría y nuestro gozo.

Paz mental

El Shabat no sólo trata de las acciones que realizamos en el día, ni siquiera sólo de las enseñanzas que nos trasmite, también gira en torno al estado anímico que construimos dentro de nosotros durante el día. La Paz de Shabat es una parte importante del trabajo espiritual de esta tradición. Aparte del gozo se nos pide buscar plenitud, paz y tranquilidad de mente en este día. Uno trabaja para encontrarla.

Elevación de la mente y la palabra

Así como buscamos dotar de espiritualidad la materia, también buscamos darle un sentido específico a nuestros pensamientos y a nuestra forma de hablar. Shabat es una búsqueda espiritual. Uno busca dirigir sus pensamientos y su conversación hacia el crecimiento personal y espiritual. Muchos lo hacen a través de la meditación, del rezo o del estudio de Torá. En cualquier caso uno trata de abstenerse de hablar o pensar en cosas que no estén relacionadas con el día o con el crecimiento individual.

Nuestras acciones

Otro de los elementos más famosos de Shabat y al que más énfasis se le da, son las llamadas melajot. Éstas son acciones que están prohibidas durante el Shabat porque en esencia rompen el estado que uno anhela buscar en él. Son cualquier actividad que genere una creación nueva en el día, son actividades que alteran el estado de la materia como cocinar, cortar tela, cultivar, entre otras. Abstenernos de ellas nos hacen recibir el mundo que nos rodea tal cual nos fue dado y hacen que el carácter del día se mantenga.

Arreglo de nuestra persona y nuestra casa

Otra de las mitzvot de Shabat es cambiar nuestra presentación y preparar la casa para recibir el día. Uno se arregla para recibir el Shabat y uno prepara también su casa. Las velas de Shabat, aparte de ser una acción que da inicio al día, también son parte de ese cambio que hacemos en nuestras casas para marcar el recibimiento del Shabat. Arreglarnos y arreglar la casa nos obliga a que sea un día especial para nosotros.

Havdala

Finalmente otro de los elementos muy importantes del Shabat es el cierre del mismo. Éste se hace con un rezo que conocemos como Havdala. En donde se separa el día del resto de la semana, sin embargo, lo que se busca es que la espiritualidad del mismo influya sobre nuestras labores más cotidianas, que nuestra tranquilidad, nuestra alegría, nuestro aprendizaje continué en la semana que empieza y que las enseñanzas que obtuvimos impregnen toda nuestra vida.