La alcaldesa de Beit Shemesh, Aliza Bloch, fue atacada por una turba de ultraortodoxos el martes por la noche. Cientos de extremistas rompieron las ventanillas de su vehículo y la asediaron en una escuela hasta que pudo ser rescatada por la policía, informó Haaretz.

El incidente, el segundo ataque contra la alcaldesa en menos de dos meses, se produjo durante su visita a una escuela recientemente construida perteneciente a la secta jasídica Vizhnitz en un barrio de la ciudad, conocido como un foco de extremismo religioso.

La turba prendió fuego para bloquear la calle donde se encuentra la escuela y arrojó piedras contra la policía. Un oficial resultó herido por las piedras, según informes de los medios locales.

Bloch condenó el comportamiento de “fanáticos” en un mensaje de video y subrayó que “no podemos permitir que ese comportamiento nos afecte”.

El municipio de Beit Shemesh señaló en un comunicado que “varias decenas de extremistas corearon consignas contra la alcaldesa y dañaron su auto. Después de un tiempo, la alcaldesa abandonó el edificio por una salida trasera”.

“Cabe subrayar que los alborotadores pertenecen a un grupo extremo de aduladores que no representan en absoluto a la gran mayoría de los habitantes de la ciudad. No se puede permitir que un puñado de extremistas interrumpan la rutina de trabajo y desvíen la atención del impulso de desarrollo de Beit Shemesh“.

En un mensaje de texto a los residentes de la ciudad, la alcaldesa dijo que el presidente Yitzhak Herzog la contactó después del ataque y condenó enérgicamente la violencia hacia ella.

El ministro del Interior, Moshé Arbel, del partido ultraortodoxo Shas, describió la violencia como “un mal enfermizo que debe ser erradicado”, y pidió a la policía “actuar de inmediato para proteger la seguridad de los funcionarios electos en el gobierno local”.

El mes pasado, una turba de ultraortodoxos atacó a Bloch mientras caminaba por el vecindario. Le arrojaron botellas y la amenazaron con atentar contra ella si no abandonaba la ciudad. Fue defendida por otros residentes ultraortodoxos que se interpusieron entre ella y la multitud.

Aliza Bloch, educadora ortodoxa, fue electa alcaldesa de Beit Shemesh en 2018, poniendo fin a una década de control ultraortodoxo sobre la ciudad de poco más de 100,000 habitantes.

A principios de la década de 2010, Beit Shemesh apareció en los titulares cuando un grupo de extremistas ultraortodoxos iniciaron protestas periódicas frente a la escuela ortodoxa moderna Orot Banot de la ciudad, mientras escupían y gritaban a las niñas que según ellos vestían de manera inmodesta.

En 2013, el Centro de Acción Religiosa de Israel perteneciente al Movimiento Reformista presentó una denuncia contra la municipalidad y el entonces alcalde Moshé Abutbul en nombre de cuatro mujeres ortodoxas residentes de Beit Shemesh por negarse a retirar carteles que instruían a las mujeres vestirse modestamente.

En los últimos años, extremistas ultraortodoxos han impulsado la segregación de género en el transporte público y en las aceras.

En 2021, la Corte Suprema de Justicia ordenó al Fiscal General intervenir para la eliminación de los carteles, más de tres años después de una batalla judicial de cinco años tras la cual la Corte dictaminó que sean retirados.

El año pasado, el Ministerio de Justicia anunció que la policía de Beit Shemesh utilizaría cámaras de seguridad municipales para ayudar a hacer cumplir las leyes contra la colocación de carteles, que todavía son comunes en algunos vecindarios.

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