El primer ministro Benjamín Netanyahu se reunirá con el presidente estadounidense Joe Biden el 21 de septiembre, cuando ambos líderes se encuentren en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, informó The Times of Israel.

Si efectivamente se lleva a cabo, la reunión pondrá fin a un largo período en el que el líder estadounidense mantuvo a Netanyahu a distancia mientras el primer ministro esperaba con impaciencia una invitación, lo que subraya el profundo malestar entre Washington y el gobierno de línea dura en Jerusalén.

Sin embargo, no quedó claro si ambos también se encontrarán en la Casa Blanca en Washington, como ha pretendido Netanyahu. Esto sería visto como una importante mejora diplomática con respecto a una reunión paralela muy fuera de la sede del poder estadounidense.

No hubo comentarios inmediatos de la Oficina del Primer Ministro ni de la Casa Blanca, las cuales habían confirmado el mes pasado planes para una reunión pero se negaron a nombrar una fecha o un lugar.

El sitio de noticias Walla!, citando fuentes estadounidenses, informó que Biden todavía estaba indeciso sobre si invitaría a Netanyahu a la Casa Blanca después de la Asamblea General de la ONU.

El momento de tal reunión probablemente se complicará por Yom Kipur, que comienza la noche del 24 de septiembre, un domingo.

Según Walla!, si Netanyahu fuera invitado a la Casa Blanca, obligaría al primer ministro israelí a pasar Shabat en Estados Unidos antes de regresar corriendo a casa antes del inicio de Yom Kipur.

La tradición política israelí impide que los dignatarios en el extranjero viajen o realicen trabajos oficiales el días religiosos.

Biden había declarado a finales de marzo que no invitaría a Netanyahu “en el corto plazo”, diciendo que estaba “muy preocupado” por la salud de la democracia israelí en medio de la reforma judicial.

Pero en julio, la oficina de Netanyahu anunció que Biden lo había invitado a una reunión, sin nombrar el lugar.

Al confirmar la invitación en ese momento, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que el gesto “no significa que tengamos menos preocupaciones sobre la reforma judicial o sobre los extremistas en el gobierno israelí. Seguimos preocupados”.

Ese anuncio se produjo mientras el presidente Yitzhak Herzog visitaba la Casa Blanca por segunda vez en nueve meses, lo que se considera ampliamente como una señal de que Estados Unidos cree que la relación con Israel trasciende el gobierno de turno.

Los vínculos entre Jerusalén y Washington han sido, en el mejor de los casos, inestables desde que Netanyahu retomó el poder a finales de 2022, respaldado por una coalición que incluye a figuras de extrema derecha.

La Casa Blanca ha manifestado su consternación por la expansión de los asentamientos, la violencia de extremistas israelíes contra palestinos y las posibles consecuencias de la reforma judicial.

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