Enlace Judío – Este fin de semana coincide una de las celebraciones judías más importantes junto con una fecha sumamente relevante para México. El mismo día (16 de septiembre) se va a celebrar Rosh Hashaná y la Independencia de México. Para recordar esta dualidad que conforma nuestra identidad como judíos y como mexicanos queremos recordar a cuatro artistas judíos y mexicanos de gran renombre.
Pedro Friedeberg (1936)
Pedro Friedeberg es uno de los artistas mexicanos más subversivo de su época. En su obra se mezcla la rigurosidad arquitectónica en el dibujo y la alteración al orden a través de la fantasía que son tan típicas del surrealismo y las vanguardias. Fue de los primeros en incluir el arte pop cuando no era todavía aceptado y aunque mantiene un mismo estilo de dibujo en sus cuadros integra una gran variedad de elementos en su obra. Se caracteriza primordialmente por retratar espacios extremadamente precisos y adornados, pero profunda e irónicamente irreales. Hace una oda a la ironía y a la poca funcionalidad del arte y por lo mismo a su belleza. Perteneció al grupo de Los Hartos a lado de personalidades como Gunther Gerzso, Mathias Goeritz, Alice Rahon, Kati Horna, Leonora Carrington, Remedios Varo y Paul Antragne.
Originalmente nació en Italia, de familia judeo germánica, en 1936 pero su familia huyo de Europa a México al empezar la Segunda Guerra Mundial y se nacionalizó como mexicano a los siete años de edad.
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Anita Brenner (1905 – 1974)
Ya que para este número hablamos de la mezcla que existe entre el ser mexicano y judío Hanna Brenner, o Anita, es el ejemplo perfecto. Nació en la ciudad de Aguascalientes de padres ingleses y tuvo que mudarse a Texas al estallar la revolución mexicana, pero por eso abandonó su identidad. Dedicó casi toda su vida a fotografiar y hacer trabajos de antropología sobre la identidad mexicana y la vida en el campo. Se le reconocen dos grandes trabajos Ídolos tras los altares, que es parte de su labor como antropóloga y El viento que barrió a México que trata sobre la revolución mexicana.
Arturo Ripstein (1943)
Arturo Ripstein es uno de los cineastas más importantes para México que destacó en la década de los 70. Abrió temas antes considerados tabúes y lo hizo con gran maestría usando elementos surrealistas que aprendió de directores como Luis Buñel. Su padre (Alfredo Ripstein) había sido productor de cine y por lo mismo el hijo tuvo contacto con filmaciones desde niño. Algunas de sus obras más conocidas son “El castillo de la pureza”, “El lugar sin límites” y “Cadena perpetua”.
Frida Kahlo (1907)
Es una de las artistas mexicanas más conocidas en el mundo. La mezcla entre expresionismo y surrealismo en sus cuadros, la forma tan marcada que tiene de representar el dolor y el color que usa la volvieron famosa en muchísimos países. Su obra es una forma de plasmar gráficamente su interioridad, en un gran número de sus cuadros aparece retratada ella. Es la forma en que sueños, pensamientos, conflictos y tragedias personales toman voz tangible. Sin embargo, esto lo hacen a través de animales exóticos, selvas y seres asombros; se retrata a la naturaleza y al cuerpo de la artista de forma explícita y brutal como si ambas fueran parte de la lucha que vive contra si misma.
Era hija de una tehuana poblana y un judío alemán, ambas identidades que conformaron su familia se ven plasmadas dentro de su obra. Eran a la vez un orgullo y formas de exploración interna. De niña sufrió de polio y de adolescente vivió un accidente dentro de un tranvía, tuvo más de 30 operaciones a lo largo de su vida y paso periodos largos de la misma en recuperación. Fue esposa de Diego Rivera y estuvo en el seno de la intelectualidad mexicana y europea de la época. Su casa se encuentra en la delegación Coyoacán, hoy en día es un museo que puede ser visitado.
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