Cada 16 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, con motivo de la firma del Protocolo de Montreal en 1987. Este acuerdo fue un hito en la lucha contra la destrucción del escudo natural que protege la Tierra de la radiación ultravioleta del sol y que se ha visto afectada desde hace varias décadas por los clorofluorocarbonos, los halones y otros gases que la agotan.
LIOR YAFE
Israel y México cuentan con una larga historia de amistad y cooperación en materia de medio ambiente. Ambos son signatarios del Protocolo de Montreal y han tomado medidas para reducir sus emisiones de gases. En los últimos años, la relación ha experimentado un fuerte crecimiento, impulsado por el desarrollo de la cooperación económica y comercial; generando nuevas oportunidades para el actuar en la preservación de la capa de ozono.
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En este contexto, el desarrollo de la relación entre ambos países es de gran importancia, pues son líderes en la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente, con un fuerte interés y responsabilidad en el tema. Israel, al ser un pionero en el desarrollo de tecnologías para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y México, al contar con una gran biodiversidad y un compromiso con la sostenibilidad.
Como líder mundial en investigación y desarrollo tecnológico, Israel cuenta con trabajos especializados en el campo de la ozonosfera. México, por su parte, tiene una sólida base científica y tecnológica. Esto da apertura a la cooperación mutua para desarrollar nuevos avances en la comprensión y mitigación de riesgos para la capa de ozono.
Adicionalmente, Israel tiene una amplia experiencia en la implementación de medidas para reducir las emisiones de gases, por lo que la cooperación con México podría ayudar a acelerar su aplicación en el país. En general, el acercamiento entre ambos, bajo el contexto de preservación de la capa de ozono, promueve la innovación y la inversión en tecnologías.
El trabajo conjunto puede observarse con la presencia de empresas israelíes como Green Vision Systems, que ofrece servicios de evaluación medioambiental, facilitando la toma de decisiones y otorgando una nueva perspectiva global de su entorno a las industrias.
Así como Carbmee, enfocada en el desarrollo de capacitaciones empresariales sobre temas relativos a las emisiones de carbono mediante el uso de tecnología de automatización, cuyo objetivo es conseguir un balance neto cero en 2050. Ambas han mostrado interés en el mercado mexicano y buscan insertarse en el país.
En conclusión, la cooperación entre Israel y México en la protección a la capa de ozono puede ser de gran beneficio para el mundo entero. Ambos países pueden compartir conocimientos y tecnologías, así como actuar para promover políticas y prácticas que protejan este escudo natural. El desarrollo de esta relación es una oportunidad para trabajar a favor de la humanidad y promover un futuro más limpio y sostenible.
*Agregado Comercial de la Embajada de Israel en México
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