El profesor Mohammed Dajani se vio obligado a dimitir por enseñar a estudiantes palestinos sobre el Holocausto desde una perspectiva judía.

En marzo de 2014, encabezó una delegación de 30 estudiantes al campo de concentración y exterminio nazi en Auschwitz, guiados por dos sobrevivientes del Holocausto. El viaje que, según dijo, tenía como objetivo enseñar empatía y tolerancia.

“Las opiniones de los estudiantes palestinos cambiaron después de su visita a Auschwitz. Se dieron cuenta que no tenían nada que temer al abrir los ojos a estos capítulos de la trágica historia humana”, dijo Dajani en una entrevista con The Times of Israel.

“Los palestinos aprenden en la escuela que ‘el enemigo de mi enemigo es mi amigo’; en Auschwitz aprendieron: ‘el enemigo de mi enemigo no es necesariamente mi amigo‘. Aprendieron que las crueldades y atrocidades nazis no fueron perpetradas por psicópatas o mentes criminales. Los perpetradores eran personas comunes y corrientes que celebraban la Navidad y la Pascua con sus familias y amaban a sus perros”.

Después del viaje, el profesor de ciencias políticas se vio obligado a dimitir de su puesto docente en la Universidad Al-Quds de Jerusalén. Dajani era director fundador del Instituto de Estudios Americanos y uno de los pocos educadores palestinos que enseñaba sobre la Shoá.

“Hubo una fuerte oposición contra el viaje de estudiantes a Auschwitz, ya que el conocimiento que pudieran adquirir contradice la narrativa colectiva. Algunos pensaron que el Holocausto es una narrativa sionista para ganar apoyo internacional para Israel“, comentó Dajani.

“La comunidad suele oponerse a romper tabúes y alejarse de la multitud. Con la esperanza de romper este tabú, quería dejar la puerta abierta al cambio social, la reconciliación y la paz”.

En un discurso pronunciado recientemente, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas repitió una serie de falsedades antisemitas que ha dicho a lo largo de los años y afirmó que Adolf Hitler hizo masacrar a los judíos debido a su “rol social que tenía que ver con la usura, el dinero, etcétera”.

Abbas minimizó el vínculo de los judíos europeos con Israel, repitiendo una teoría infundada de que los judíos ashquenazíes no descienden de los antiguos israelitas sino de un antiguo pueblo turco conocido como los jázaros que se convirtieron al judaísmo en masa.

“El antisemitismo fue lo que activó el racismo de Hitler y la enemistad hacia los judíos”, dijo Dajani. “Se creía que eliminar a los judíos resolvería los problemas económicos de Alemania. ‘Mein Kampf’ de Hitler describe cómo se volvió antisemita. Una tesis central es el tema del ‘peligro judío’, que afirma que existe una conspiración judía para ganar la hegemonía mundial”.

A pregunta expresa de si las declaraciones de Abbas reflejan la opinión general de los palestinos, Dajani respondió: “No creo que las opiniones de Abbas sobre el antisemitismo y el Holocausto estén muy extendidas en la sociedad palestina, ya que hay mucha ignorancia sobre el antisemitismo. El tema no se enseña a nivel universitario y existe una prohibición social de investigar cualquier tema relacionado con el Holocausto desde la perspectiva judía”.

Dajani es fundador de ‘Wasatia’ (“moderación” o “camino intermedio” en árabe), un movimiento palestino por la paz con sede en Jerusalén dedicado a promover la desradicalización de los jóvenes a partir del estudio de las fuentes islámicas y del diálogo interreligioso.

“Los palestinos piensan que son semitas y, por lo tanto, no pueden ser etiquetados como antisemitas, lo cual está mal”, agregó. “Existe una fuerte corriente antijudía entre los palestinos como resultado de una mala interpretación del Corán y de falsas declaraciones atribuidas al profeta Mahoma“.

Entre los miles de dichos del Profeta recopilados tras su muerte, algunos hacen referencia a las relaciones entre musulmanes y judíos. Uno de los más conocidos, cuya veracidad está en duda, describe una lucha que tendrá lugar en el Fin de los Días entre seguidores de ambas religiones, y afirma que los judíos se esconderán detrás de piedras o árboles, y los musulmanes pedirán la muerte de los judíos.

“Es difícil decir qué pensaba Abbas que lograría repitiendo ese discurso, pero su tesis construye la narrativa colectiva dentro de la cultura palestina. Sin material genuino sobre el antisemitismo en el plan de estudios palestino, este argumento se convierte en referencia sobre el tema”, dijo Dajani.

El 10 de septiembre, un grupo de más de 150 académicos e intelectuales palestinos firmaron una carta abierta que condena enérgicamente los “comentarios moral y políticamente reprensibles” de Abbas y declara que “el genocidio nazi del pueblo judío nació del antisemitismo, el fascismo y el racismo”, y fue el resultado de “una teoría racial muy extendida en la cultura y la ciencia europea de la época”.

Si bien la mayoría de los firmantes viven y trabajan en Estados Unidos y Europa, pocos radican en Judea y Samaria (Cisjordania), bajo control de la Autoridad Palestina.

Varias figuras políticas palestinas del partido Fatah de Abbas calificaron la carta como “declaración de vergüenza” y acusaron a los firmantes de repetir como loros la “narrativa sionista” y participar en una “conspiración contra la causa palestina” y contra Abbas.

“Muchos palestinos evitan hablar de las atrocidades del Holocausto por temor a socavar su propia causa nacional y su narrativa colectiva. Solo la educación sobre el Holocausto puede superar esta percepción errónea”, subrayó Dajani.

“La abrumadora literatura antisemita en las bibliotecas y librerías árabes causa oposición a la educación sobre el Holocausto. Lo que lees influye en tu forma de pensar. A partir de principios de la década de 1950, ‘Los Protocolos de los Sabios de Sión’ se convirtió en uno de los libros más leídos en el mundo árabe”, explicó, y señaló que el texto también tuvo una fuerte influencia en la ideología de Hitler. Citando a la autora israelí Hadassah Ben Itto, agregó: “el libro es una mentira que se niega a morir”.

“La literatura antisemita occidental es traducida y publicada por las principales editoriales árabes. La literatura europea antisemita, como la del [autor antisemita canadiense] William Carr, se traduce y se vende al público. Pocos académicos se levantaron y denunciaron esos libros, pero no fueron bien recibidos”, dijo.

“La literatura antisemita obstaculiza la paz entre Israel y los palestinos y la normalización árabe-israelí. Apunta al aislamiento de Israel en la región, como parte de la oposición islámica radical al judaísmo y a la existencia de Israel. Estos libros se exportan a las comunidades árabes de Europa para dificultar la coexistencia, la integración y la asimilación. La pregunta que debemos responder es: ¿debemos permanecer encadenados por el miedo pero aceptados en nuestra comunidad, o romper los muros del tabú de la ignorancia y, al hacerlo, correr el riesgo de ser victimizados y repudiados?”

En 2014, Dajani fue galardonado con el Premio a la Ciudadanía Global Dr. Jean Mayer de la Universidad de Tufts en reconocimiento a su labor para construir la paz, fomentar el diálogo y encontrar alternativas al extremismo. También recibió el Premio Simon Wiesenthal 2022 por su compromiso para combatir el antisemitismo.

El activista por la paz destaca la importancia de que israelíes y palestinos se familiaricen con las narrativas nacionales de cada uno.

“Cuando llevé a mis alumnos al campo de exterminio nazi en Auschwitz, uno de ellos preguntó: ‘¿Por qué estudiamos sobre su Holocausto cuando Israel prohíbe la enseñanza de nuestra Nakba de 1948?”.

En 2009, el Ministerio de Educación de Israel prohibió la mención de la Nakba en los libros de texto palestinos para niños, y en 2011, la Knéset prohibió a las instituciones estatales conmemorar el evento.

“Mi respuesta fue simple: ‘Porque estarás haciendo lo correcto’. ‘¿Y por qué hacer lo correcto?’, preguntó otro”.

“La negación y la distorsión del Holocausto son históricamente incorrectas y objetivamente incorrectas, y son una amenaza para la moralidad y la dignidad humana, y a las perspectivas de reconciliación y paz entre palestinos e israelíes”, enfatizó Dajani.

“Es necesario aprender las trágicas lecciones del pasado para evitar que se repitan en el presente y en el futuro. Mostrar empatía y compasión por el sufrimiento de los demás, incluso si ninguna relación, amistad o amor te une a ellos, haría de este mundo un lugar mejor. Es necesario aprender las trágicas lecciones del pasado para evitar que se repitan en el presente y en el futuro. Es una señal de respeto a la verdad. Cuando se niega o ignora la verdad, se destruyen los valores que apreciamos”, agregó.

“Debemos estudiar el impacto de estos eventos traumáticos en ambas comunidades para enriquecer nuestra comprensión del conflicto y diseñar programas de intervención para reducir el trauma psicológico por estos eventos, buscar una solución integral, justa y pacífica para poner fin al conflicto”.

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