Israel reabrirá el jueves su único cruce peatonal con la Franja de Gaza tras permanecer cerrado durante dos semanas en respuesta a los disturbios en la frontera.

Trabajadores palestinos ingresan a Israel desde Gaza, por el cruce de Erez, el 27 de marzo de 2022. (Foto AP/Oded Balilty, via The Guardian)

Situado en la parte norte de la Franja, el cruce de Erez permitirá nuevamente que miles de habitantes de Gaza ingresen a Israel para trabajar dos semanas después de que fuera cerrado debido a protestas violentas.

El coordinador de las FDI para los territorios palestinos anunció la reapertura el miércoles y dijo: “Se podrá  continuar con las medidas civiles en razón de las evaluaciones de seguridad y con la preservación de una seguridad estable”, recogió The Times of Israel.

El cierre del cruce afecta a 17.000 habitantes de Gaza con permisos para entrar a Israel por motivos de trabajo y perjudica seriamente la economía de la Franja.

Se espera que el cruce vuelva a cerrarse temporalmente este fin de semana debido a la festividad de Sucot.

También el miércoles, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que Israel estaba preparado para intensificar las acciones contra Gaza mientras continuaban los disturbios en la frontera.

“No queremos una escalada [en los combates] y no buscamos pelea, pero si llegamos al punto en el que es necesario actuar, que la Operación Escudo y Flecha sea un recordatorio para todos los grupos terroristas sobre las capacidades del aparato de seguridad de Israel”, dijo Gallant en un monumento conmemorativo de los 50 años de la guerra de Yom Kipur.

Escudo y Flecha fue una ofensiva israelí dirigida al grupo terrorista Jihad Islámica en Gaza que duró cinco días en mayo y en la que murieron varios líderes del grupo.

“Si civiles o soldados israelíes resultan heridos, no dudaremos en utilizar todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar su seguridad y devolver la calma a la frontera”, dijo Gallant.

Los palestinos provocaron explosiones en medio de enfrentamientos transfronterizos con las fuerzas de seguridad israelies cerca de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 27 de septiembre de 2023. (Said Khatib/AFP)

Las protestas involucran a palestinos que arrojan piedras y artefactos explosivos, queman neumáticos y disparan contra soldados israelíes.

En los últimos días, también han lanzado cometas y globos incendiarios hacia el sur de Israel, provocando incendios en tierras de cultivo e irritando a las comunidades civiles israelíes cercanas a Gaza.

El miércoles se produjeron dos incendios en el bosque de Be’eri, en la frontera.

El martes, los ataques aéreos israelíes alcanzaron varios objetivos en Gaza en respuesta a los disturbios, que estallaron por primera vez a principios de mes, tras anunciar el Ministerio de Finanzas de Hamás que recortaría los salarios de los funcionarios públicos a más de la mitad, profundizando una crisis financiera en el enclave que se ha tambaleado bajo un bloqueo israelí-egipcio durante los últimos 16 años.

La repentina violencia en la valla de seguridad ha avivado los temores de una escalada más amplia entre Israel y Hamás, que han librado cuatro guerras y han participado en numerosas batallas menores desde que Hamás ocupó el territorio.

Según los expertos, las protestas violentas durante casi dos semanas y consentidas tácitamente por Hamás, tienen más que ver con los esfuerzos de éste para administrar el territorio y detener su creciente crisis económica que con arrastrar a Israel a una nueva ronda de conflicto.

“Es una forma táctica de generar atención sobre su angustia”, dijo sobre Hamás Ibrahim Dalalsha, director del Centro Horizon, un grupo de investigación palestino local. “No se trata de una escalada, sino de un ‘calentamiento’ para presionar a las partes relevantes que puedan aportar dinero para dárselo al gobierno de Hamás“.

El emirato de Catar, rico en gas, paga los salarios de los funcionarios públicos en la Franja de Gaza, proporciona transferencias directas de efectivo a familias pobres y ofrece otros tipos de ayuda humanitaria.

Catar dijo el sábado que había comenzado la distribución de transferencias en efectivo de 100 dólares a unas 100.000 familias necesitadas. Los desembolsos de los salarios de los funcionarios públicos han sufrido retrasos desde mayo.

Construido en la década de 2000, el cruce de Erez fue diseñado para facilitar que unos 45.000 palestinos al día pudieran abandonar la Franja para ir a trabajar a Israel. Sin embargo, el grupo militante Hamás tomó el poder apenas cuatro meses después de su finalización, lo que llevó a los israelíes –que ocuparon Gaza de 1967 a 2005 antes de retirar sus fuerzas– a sellar la frontera. En su mayor parte, el cruce estuvo vacío durante 15 años. Una generación entera de palestinos en Gaza nunca abandonó la Franja ni conoció a un solo israelí.

En 2021, las autoridades israelíes comenzaron a reexpedir permisos de trabajo para un mayor número de personas como parte de un esfuerzo por estabilizar la Franja tras una guerra de 11 días con Hamás, impulsando una economía que no logra funcionar con normalidad. Una investigación publicada en agosto por el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel encontró que el salario promedio de un palestino de Gaza que trabaja en Israel es seis veces mayor que en la Franja, 6.350 shekels (1.800 dólares) al mes, publicó The Guardian.

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