Israel fue sorprendido por un ataque a gran escala lanzado por Hamás, uno de los golpes más duros que ha sufrido por el terrorismo palestino en su historia reciente. Te brindamos 5 claves para entender la guerra en curso.

1.- La agresión palestina

Al amanecer del sábado (tiempo local), terroristas de Hamás, el grupo terrorista que gobierna la Franja de Gaza, se infiltraron hacia el territorio de Israel por tierra e incluso por aire, con el objetivo de llegar a zonas habitadas.

La infiltración fue acompañada estratégicamente de disparos de cientos de cohetes desde la Franja de Gaza hacia localidades israelíes.

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Hamás denominó a este ataque “Diluvio de Al-Aqsa“, en alusión a la mezquita en el Monte del Templo en Jerusalén.

El grupo terrorista alega que su ataque responde a “los crímenes” de Israel contra los palestinos, a su trato a los prisioneros palestinos y a la “profanación” de la mezquita de Al-Aqsa.

Se estima que los terroristas llegaron a alrededor de una veintena de comunidades israelíes hasta una profundidad de más de 20 kilómetros.

Los terroristas asesinaron a su paso a militares y civiles, además de realizar secuestros y llevar a los rehenes hasta la Franja de Gaza.

Los hombres armados irrumpieron por igual de manera violenta, masacrando y raptando, en un festival musical que se celebraba cerca del Kibutz Re’im, donde decenas de jóvenes culminaban una noche de fiesta.

Hasta el momento se estima que más de 700 israelíes fueron asesinados y que más de 2000 resultaron heridos, decenas de ellos en condición grave.

El número de secuestrados es desconocido por el momento y se reportan decenas de personas desaparecidas.

Debido a lo sorpresivo del ataque en Shabat, el día del descanso del judaísmo, se han hecho comparaciones con la Guerra de Yom Kipur de 1973, que estalló el 6 de octubre de dicho año en el día más sagrado del judaísmo.

2.- La respuesta israelí

Las fuerzas de seguridad israelíes respondieron lanzando la Operación Espadas de Hierro en contra de Hamás a fin de restaurar la seguridad en el sur del país.

La principal labor de las fuerzas de seguridad fue detener a los terroristas que se infiltraron en las comunidades sureñas israelíes, una tarea que se extendió por horas.

A esto se agregaron acciones para frustrar vía aérea múltiples intentos de terroristas por infiltrarse desde la Franja de Gaza hacia Israel.

Asimismo, se han emprendido ataques aéreos en contra de infraestructura operativa de Hamás en la Franja de Gaza.

Según autoridades de Hamás, más de 200 palestinos han muerto como resultado de los ataques aéreos en la Franja de Gaza.

Benjamín Netanyahu ha prometido una más dura respuesta sin precedentes en contra de Hamás en la Franja de Gaza, indicando que esta guerra tomará un tiempo indefinido.

Como parte de la Operación Espadas de Hierro, las autoridades han instruido la movilización de considerables números de reservistas.

3.- La ola de terrorismo

El gran ataque sorpresa de Hamás ocurre en medio de la amplia lucha de Israel contra el terrorismo palestino especialmente en la región de Judea y Samaria (Cisjordania).

Israel ha combatido desde inicios de 2022 constantes ataques y planes para agredir a sus ciudadanos y militares por parte de terroristas palestinos.

Tan solo el jueves 6 de octubre tuvieron lugar 3 ataques terroristas en contra de militares y civiles israelíes en esta zona. 5 elementos de la Guardia Fronteriza resultaron heridos.

Uno de los ataques, en Huwara, falló al ser ejecutado, pero trajo consigo que horas después extremistas israelíes llegaran a la localidad y fueran confrontados por palestinos.

Huwara es un punto de alta tensión en Judea y Samaria debido a que es un sitio palestino de cruce obligado para los israelíes que transitan de norte-sur en la región.

En febrero de este año, dos israelíes fueron asesinados ahí, lo que terminó por dar lugar a fuertes disturbios por extremistas israelíes contra los palestinos locales.

En septiembre, Israel también lidió con disturbios en su frontera con la Franja de Gaza que implicaron lanzamientos de globos incendiarios a su territorio y ataques a las tropas.

Se cree que estos disturbios tuvieron como su raíz principal la difícil situación financiera que se vive en la Franja de Gaza y que golpeó las finanzas de Hamás.

4.- La delicada situación política en Israel

Israel llegó a esta guerra mientras su situación interna está en aprietos por la reforma judicial buscada por el gobierno de Benjamín Netanyahu.

La reforma judicial ha divido al país entre sus simpatizantes y detractores desde los primeros días del año, debido a los radicales cambios que busca en el Poder Judicial del país.

Mientras que Netanyahu y sus partidarios la ven como necesaria para que los tres poderes del Estado y la democracia israelí se vean fortalecidos, los opositores la ven como el fin definitivo de esta y la ruta hacia una dictadura en manos del mandatario.

La primera ley de la reforma judicial fue aprobada en julio, pero la Corte Suprema de Justicia ya tomó cartas en el asunto para determinar su validez. Se teme que el fallo respectivo pueda desencadenar una crisis constitucional.

La división política llegó también al ejército israelí, donde miles de reservistas han protestado contra la reforma judicial negándose a servir. Oficiales militares han advertido que estas acciones podrían afectar al ejército frente a los enemigos del país.

Tanto políticos del gobierno como de la oposición se han expresado en contra de que los reservistas lleven a cabo ese tipo de protestas y dejen de lado su misión principal que es la defensa del país.

A lo largo del año surgieron eventuales advertencias de que la crisis interna israelí podría ser interpretada por los enemigos del país como una debilidad palpable de la cuál pudieran aprovecharse.

Por igual, la fractura social se hizo presente a nivel espiritual el pasado 24 de septiembre, víspera de Yom Kipur, cuando seculares y religiosos vivieron un agrio altercado en la Plaza Dizengoff de Tel Aviv.

El altercado se derivó de la insistencia de un grupo religioso por establecer una barrera de segregación de género en un evento público, pese a que el gobierno local y los tribunales no lo avalaron.

Con estas divisiones políticas y religiosas los israelíes llegaron a la curva final de la temporada festiva judía de Tishrei que terminó por teñirse de sangre.

Pese a la tensión política, la guerra ha empujado a Netanyahu y los líderes de la oposición a considerar la posibilidad de un gobierno de unidad de emergencia que lidie con la conflagración.

5.- Las diferencias con otros conflictos previos

“Estamos en una guerra. No en una operación, no en una ronda de combates. En guerra”, aseguró Netanyahu en su primera declaración pública este día.

La decisión del mandatario de usar el término guerra (Miljamá, en hebreo) se debe a la dura magnitud que esta conflagración ha tenido para Israel.

Desde inicios de la década de los 2000, Israel ha emprendido múltiples operaciones militares en la Franja de Gaza en contra de Hamás y sus aliados, como la Yihad Islámica Palestina.

Las operaciones de mayor envergadura tuvieron lugar en 2009 (Operación Plomo Fundido), 2012 (Operación Pilar Defensivo), 2014 (Operación Margen Protector) y 2021 (Operación Guardián de los Muros).

No obstante, en ninguna de estas operaciones ni Hamás ni sus aliados emprendieron un ataque a gran escala contra Israel como el efectuado en esta ocasión.

En gran parte, los grupos terroristas se limitaron a disparar cohetes contra el sur de Israel  y a realizar incursiones menores, pero no a ir adelante con una infiltración terrestre coordinada en enorme envergadura.

En la actual agresión asesinatos indiscriminados y secuestros de inocentes fueron los actos que con crudo éxito lograron cometer los terroristas en cuestión de unas horas.

Asimismo, en ninguna de las operaciones y escaladas previas los terroristas consiguieron infligir a Israel el enorme número de bajas que en este momento han perpetrado.

En la operación militar de 2014 fueron asesinados poco más de 70 israelíes en un lapso de cerca de mes y medio. Solo hoy más de 700 israelíes fueron asesinados a sangre fría por los terroristas.

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