El grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza dijo el sábado que había lanzado más de 5.000 cohetes contra israelíes en un ataque sorpresa al que llamó “Operación Diluvio de Al-Aqsa”, informó The Times of Israel.
Muhammad Deif pide a los árabes de Israel y las áreas palestinas que se unan a la “Operación Diluvio de Al-Aqsa”, así como a los grupos terroristas respaldados por Irán: “Hoy el pueblo está recuperando su revolución”
El grupo terrorista también traspasó la barrera que rodea Gaza, con decenas de hombres armados infiltrándose en ciudades y comunidades israelíes en un ataque sin precedentes.
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“Hoy el pueblo está recuperando su revolución”, dijo el comandante militar de Hamás, Muhammad Deif, en el mensaje grabado, mientras llamaba a los palestinos desde Jerusalén Este hasta el norte de Israel a unirse a la lucha y “expulsar a los ocupantes y demoler los muros”.
“Debemos prender fuego a la tierra bajo los pies de los ocupantes”, dijo, afirmando que Hamás había disparado más de 5.000 cohetes contra Israel.
Israel cifró la cifra en más de 2.200 cohetes.
En el discurso de 10 minutos del sombrío Deif, afirmó que la operación fue lanzada en represalia por la “profanación” por parte de Israel de la Mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo en Jerusalén, y como seguimiento de advertencias anteriores del grupo.
Añadió que también era una respuesta a que Israel matara e hiriera a cientos de palestinos este año, y dijo que Jerusalén había rechazado ofertas de acuerdos de intercambio de prisioneros.
También hizo un llamado a la “resistencia islámica en el Líbano, Irak y Siria” (países con movimientos terroristas que cuentan con el apoyo militar de Irán) a “fusionar su resistencia con la de los palestinos de hoy” y “comenzar a marchar hacia Palestina ahora”.
Saleh al-Arouri, jefe adjunto de Hamás a quien se considera su líder en Cisjordania, emitió una declaración en el mismo sentido, llamando a las naciones árabes e islámicas a unirse a la “Operación Inundación de Al-Aqsa”.
Otro vídeo que circula en las redes sociales muestra al jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, Saleh al-Arouri y otros miembros del liderazgo del grupo orando mientras un televisor junto a ellos reproduce clips de los ataques en curso.
El sitio del Monte del Templo se considera el más sagrado del judaísmo, ya que es la ubicación de dos templos bíblicos, mientras que la Mezquita de Al-Aqsa es el tercer santuario más sagrado del Islam, lo que convierte a la zona en un importante punto álgido en el conflicto palestino-israelí. Han estallado importantes conflictos y episodios de violencia tras los acontecimientos en el lugar, donde a los judíos y otros no musulmanes se les permite visitar durante ciertas horas pero no pueden orar allí, bajo un acuerdo de status quo que ha prevalecido durante décadas.
En los últimos años, los nacionalistas religiosos judíos, incluidos miembros de la coalición gobernante, han visitado cada vez más el sitio y exigieron igualdad de derechos de oración para los judíos allí, enfureciendo a los palestinos y musulmanes de todo el mundo.
En los últimos días, Hamás ha emitido repetidas condenas tras las visitas de grupos de judíos al Monte del Templo durante la festividad judía de Sucot.
Grupos palestinos de todo el espectro político también han criticado las restricciones impuestas por la policía israelí a los fieles musulmanes que desean orar en el recinto durante la semana pasada, después de que videos que circulaban en las redes sociales mostraran un altercado entre oficiales israelíes y musulmanes en la Ciudad Vieja, cerca de la entrada a la mezquita.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania también publicó una carta formal de protesta.
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