Líderes de Irán y Arabia Saudita hablan sobre la guerra Israel-Hamás

El gobernante de facto de Arabia Saudita y el presidente de Irán hablaron por teléfono sobre la guerra entre Israel y Hamás en curso, informó la agencia AFP.

El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, recibió el miércoles una llamada del líder iraní, Ebrahim Raisi, durante la cual discutieron “la actual situación militar en Gaza y sus alrededores”, dijo una agencia saudita.

Fue su primera llamada desde un acercamiento sorpresa en marzo.

La guerra estalló después de que el grupo terrorista Hamás lanzara abruptamente un devastador ataque contra Israel el sábado, invadiendo su zona fronteriza sueña.

Más de 1500 hombres armados invadieron el país junto con una andanada de miles cohetes disparados contra pueblos y ciudades de todo Israel.

Los terroristas pasaron horas arrasando brutalmente las zonas del sur, matando a más de 1,300 personas, la gran mayoría de ellas civiles. Además, los atacantes secuestraron a unos 150 hombres, mujeres y niños y los llevaron cautivos a Gaza.

Israel ha respondido con intensos ataques aéreos, diciendo que está apuntando a infraestructura terrorista y todas las áreas donde Hamás opera o se esconde, mientras emite advertencias de evacuación a los civiles en las regiones que planea atacar.

Bin Salman dijo a Raisi que Riad se está “comunicando con todas las partes internacionales y regionales para detener la escalada en curso”.

También destacó “la firme posición del reino de apoyar la causa palestina“, dijo.

La agencia de noticias estatal iraní IRNA también informó sobre la llamada y dijo que los dos hombres discutieron la “necesidad de poner fin a los crímenes de guerra contra Palestina”.

En Gaza, las autoridades han informado de más de 1.000 personas muertas en la campaña de represalia de Israel contra Hamás con ataques aéreos y de artillería.

A medida que la guerra continúa, han aumentado los temores sobre el destino de los rehenes retenidos en Gaza por Hamás.

Analistas creen que la guerra ha asestado un duro golpe a un posible acuerdo de normalización entre Arabia Saudita, hogar de los lugares más sagrados del Islam, e Israel.

Ese proceso ha sido impulsado por la administración del presidente estadounidense Joe Biden, con Riad negociando duramente para obtener beneficios de Washington, incluidas garantías de seguridad y ayuda para desarrollar un programa nuclear civil.

Irán ha respaldado financiera y militarmente a Hamás durante mucho tiempo, pero insiste en que no participó en el ataque del sábado.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha advertido a Irán que se mantenga al margen del conflicto entre Israel y Hamás, respaldado por Teherán.

El representante más poderoso de Irán en la región es el grupo terrorista libanés Hezbolá, que ha acumulado un enorme arsenal de cohetes y amenaza habitualmente con destruir a Israel.

Ha habido varias escaramuzas mortales en la frontera norte desde que comenzó la guerra en el sur, con misiles disparados desde el Líbano contra Israel y un ataque terrorista en la frontera reivindicado por el grupo terrorista Yihad Islámica Palestina que mató a tres soldados israelíes. Israel ha respondido con ataques de artillería.

Arabia Saudita e Irán anunciaron en marzo que habían acordado restablecer lazos, poniendo fin a una ruptura de siete años, en un acuerdo negociado por China.

Bin Salman también habló por teléfono el miércoles con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la cual el líder saudí, de 38 años, dijo que estaba “ejerciendo esfuerzos incansables a través de la comunicación regional e internacional para lograr una coordinación que impulse el cese de la actual escalada”.

El miércoles, los medios turcos informaron que Erdogan estaba negociando con Hamás la liberación de los rehenes secuestrados.

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