Benito Gritzewsky se paró en una esquina de Tel Aviv levantando un cartel donde aparece su hija Ilana y el novio de esta, Matán, ambos desaparecidos y presuntamente secuestrados por Hamás, después de su ataque sorpresa contra Israel el 7 de octubre, en el que perpetró masacres y raptó a inocentes.
Tras una reunión de padres de secuestrados israelíes, Gritzewsky nos respondió algunas preguntas en exclusiva.
¿Qué novedades hay acerca de los secuestrados?
Hasta el momento las autoridades se han contactado con cierta cantidad de familiares para avisarles en que situación se encuentran sus familiares desaparecidos.
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¿Cómo te está apoyando la Embajada de México?
De la Embajada de México, la atencion ha sido excelente. Desde la desaparición de mi hija Ilana y su novio Matán, la atención del Sr. Embajador Escanero ha sido las 24 horas del dia.
¿Qué esperarías del gobierno de Israel?
Comprendo la situación de que estamos en guerra y que harán lo posible por recuperar no solo a mi hija y a su novio, sino también a todos los que estan desaparecidos.
¿Qué puede hacer Israel para luchar contra Hamás y a la vez no poner en riesgo a los secuestrados?
Es una pregunta muy difícil de contestar y de la cual yo personalmente no puedo saber la respuesta adecuada.
¿Cómo lidias con la incertidumbre y la guerra psicológica de Hamás?
Se siente uno atado de manos al no saber nada, y buscar información por nuestros medios y estar en contacto constante con la policia y la participación en manifestaciones y conferencias las cuales esten relacionadas con información respecto a los desaparecidos y secuestrados.
¿Te ha ayudado reunirte con otros padres de secuestrados?
Nos ayuda a entender que no somos los únicos, que no estamos solos y nos ayuda a unir fuerzas para presionar al gobierno, para recuperar a nuestros familiares lo más rápido posible.
¿Qué se puede hacer para ayudarte?
Difundir fotografías e información entre la mayor cantidad de gente posible y rezar por ella, por su novio y por toda la gente que se encuentra en la misma situación que mi hija Ilana.
Y termina con este grito desesperado:
ILANA, ¡TE ESPERAMOS EN CASA!
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