El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, visitó este sábado los Kibutz de Be’eri y Kfar Aza, donde Hamás perpetró masacres atroces en contra de civiles.

A unos 7 kilómetros de distancia, ambas localidades fundadas a mediados del siglo pasado se ubican en la llamada Otef Aza, la zona aleñada inmediata a la Franja de Gaza del sur de Israel.

Be’eri fue una de las comunidades que más sufrieron por el ataque de Hamás: aldededor del 10% de sus 1000 habitantes fueron masacrados por los terroristas que incursionaron desde la Franja de Gaza.

El mandatario se reunió con tropas israelíes que operan en las localidades, incluido un comandante de una brigada de paracaidistas.

Dicho comandante fue uno de los primeros que junto con sus soldados fueron los primero en llegar y emprender combate con los terroristas involucrados en el ataque sorpresa.

Hamás y aliados suyos lanzaron un ataque sorpresa contra Israel al amanecer del 7 de octubre que dejó al menos 1300 muertos, la mayoría de ellos civiles.

Según documentos recuperados de manos de terroristas eliminados, Hamás planeó de manera esquemática y compleja su plan de ataque al menos desde el 2022.

Sus planes de ataque revelan que Hamás instruyó a sus cuerpos armados asesinar  civiles, algo que el grupo terrorista ha negado insistentemente y culpa a civiles gazatíes involucrados.

Además de las matanzas, Hamás secuestró al menos a 120 personas que fueron llevadas hacia la Franja de Gaza, donde permanecen rehenes.

El grupo terrorista asegura que algunos de ellos han muerto como resultado de los ataques aéreos de Israel en su contra, que se han ido intensificando.

El viernes las FDI recuperaron algunos cuerpos de desaparecidos abandonados por Hamás cerca de la frontera entre Gaza e Israel.

Israel ha calificado a las atrocidades de Hamás como las peores contra el pueblo judío desde el Holocausto y las ha comparado con las de ISIS.

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