El jueves por la mañana desde el sur del Líbano se lanzaron misiles hacia un kibutz en la frontera norte, y continúan las escaramuzas entre el ejército israelí y el grupo terrorista Hezbolá en medio de la guerra en curso en la Franja de Gaza, informó The Times of Israel.

Según las Fuerzas de Defensa de Israel, se dispararon dos misiles guiados antitanque contra el kibutz Manara, cerca de la frontera, sin causar heridos.

Las FDI respondieron con bombardeos de artillería contra el lugar de lanzamiento de misiles.

Hezbolá ha disparado docenas de misiles guiados antitanques, cohetes y morteros contra posiciones militares y ciudades israelíes desde el ataque de Hamás el 7 de octubre contra el sur de Israel, al tiempo que envió hombres armados –algunos afiliados a grupos terroristas palestinos– para infiltrarse en el norte de Israel. También se han interceptado varios drones sobre el norte de Israel.

La madrugada del jueves, las FDI dijeron que habían emprendido ataques aéreos contra posiciones de Hezbolá en el sur del Líbano en respuesta a una serie de ataques con misiles, cohetes y morteros lanzados por el grupo terrorista en el norte de Israel el día anterior. En uno de los ataques del miércoles, una persona resultó levemente herida.

Manara es una de las 28 comunidades que están siendo evacuadas del norte bajo la creciente amenaza de guerra.

El humo se eleva desde una posicion militar israeli atacada por el grupo terrorista Hezbola, visto desde la aldea de Tair Harfa, en el sur del Libano, el 18 de octubre de 2023. (Foto AP/Hussein Malla)

El ataque del jueves fue el último de una serie de escaramuzas cada vez más frecuentes en la frontera norte con Hezbolá, respaldado por Irán, así como con agentes de la Jihad Islámica y Hamás estacionados allí. Los ataques de represalia han seguido teniendo un alcance limitado, en medio de amenazas de Israel de que el Líbano podría sufrir si Hezbolá intensifica sus ataques.

En total, al menos cinco soldados israelíes, 13 terroristas de Hezbolá y cinco terroristas palestinos murieron en los intercambios. Un civil israelí murió en un ataque de Hezbolá el domingo, y también dos civiles libaneses y un periodista murieron por bombardeos israelíes.

Los ataques desde el Líbano se han producido mientras Israel libra una guerra en Gaza contra Hamás tras el ataque asesino del grupo terrorista contra el país el 7 de octubre, en el que murieron unas 1.400 personas, en su mayoría civiles, y entre 200 y 250 fueron secuestradas y llevadas a la Franja.

El jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, dijo el martes que si Hezbolá, respaldado por Irán, “comete un error”, enfrentará la “destrucción”.

El Jefe de Estado Mayor Herzi Halevi de gira en la zona de Jenin (Credito: FDI)

Irán ha escalado sus amenazas sobre la posibilidad de que la guerra se amplíe, mientras Israel prepara una ofensiva terrestre con el objetivo declarado de derrocar el gobierno de Hamás en el enclave palestino.

Israel y Estados Unidos han advertido a Irán y Hezbolá que se mantengan al margen, y Washington ha enviado dos grupos de portaaviones a la región, indicando que podría intervenir para defender a Israel.

Mientras la zona se ha ido calentado, las FDI y el Ministerio de Defensa han estado trabajando para evacuar a los civiles que viven en ciudades hasta dos kilómetros (1,25 millas) de la frontera libanesa, debido a los repetidos ataques con cohetes y misiles por parte de Hezbolá y facciones palestinas aliadas en días recientes.

La Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA) del ministerio dijo que los 27.000 residentes estimados serían llevados a casas de huéspedes financiadas por el estado.

Muchos residentes de las ciudades fronterizas del norte ya habían evacuado hacia el sur debido a la escalada de ataques desde el Líbano.

Con altos niveles de alerta, Hezbolá ha dicho que estaría “totalmente preparado” para unirse a su aliado palestino Hamás en la guerra contra Israel cuando llegue el momento adecuado.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío