El Ministerio de Bienestar Social de Israel anunció este domingo que al menos 21 niños de 13 familias quedaron sin padres debido al ataque de Hamás del 7 de octubre.
La cifra incluye 16 casos en los que ambos padres fueron asesinados, mientras que en los niños restantes uno de los padres fue asesinado mientras que el otro fue llevado cautivo o ha estado desaparecido desde el asalto mortal hace dos semanas, según The Times of Israel.
Entre los niños se encuentra una niña de 4 años retenida como rehén en Gaza. La madre de otra fue asesinada y su padre se encuentra cautivo, añadió el ministerio.
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Los trabajadores sociales del ministerio estaban trabajando para identificar a todos esos niños y proporcionarles a ellos y a sus tutores todos los recursos necesarios.
“El hecho de que tantos niños sean víctimas del brutal ataque de Hamás revuelve el estómago”, dijo el ministro de Bienestar Social, Yaakov Margi, en un comunicado.
Prometió que el Estado cuidará de estos niños “durante toda su vida y no escatimaría ningún recurso para ayudarlos a rehabilitarse”.
Desde la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás, unos 200.000 israelíes han sido desplazados internamente.
Un portavoz de la Oficina del Primer Ministro dijo que aproximadamente la mitad de los 200.000 recibieron instrucciones de evacuar de 105 comunidades cercanas a las fronteras de Gaza y el Líbano, mientras que la mitad abandonó áreas cercanas al frente por su propia voluntad.
Israel lleva más de dos semanas en una guerra con Hamás tras su ataque, en el que unos 2.500 terroristas ingresaron a Israel por tierra, mar y aire, matando a unas 1.400 personas, en su mayoría civiles, e hiriendo a miles más.
El grupo terrorista y otras facciones secuestraron y llevaron a Gaza al menos a 212 personas de todas las edades.
Israel dice que su campaña en Gaza tiene como objetivo destruir la infraestructura de Hamás y ha prometido eliminar todo el grupo terrorista. Está atacando todas las áreas donde opera Hamás, mientras busca minimizar las víctimas civiles.
En el norte, Hezbolá, aliado de Hamás, ha disparado docenas de misiles guiados antitanques, cohetes y morteros contra posiciones militares y ciudades israelíes desde el 7 de octubre.
También se han interceptado varios drones sobre el norte de Israel.
El primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió el domingo a Hezbolá que “cometería el error de su vida” si decidiera entrar en la guerra.
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