Sabemos que Israel ganará el conflicto contra Hamás, con toda seguridad. Su superioridad militar es evidente, e incluso una intervención de Hezbolá e Irán no cambiaría el resultado. Tan es así, que ni el grupo terrorista libanés ni el país de los ayatolas se han arriesgado a involucrarse abiertamente en el conflicto. Prefieren reservarse, porque saben que van en desventaja.

¿Cuándo acabará la conflagración? No lo sabemos. Pero la duda crucial no es tanto esa, sino qué pasará después. Durante mucho tiempo se ha hablado de la necesidad de llegar a la solución de dos Estados. ¿Será posible? ¿Es viable?

Irving Gatell analiza las aristas del problema, y nos explica cuáles son los pros y los contras de cada opción. No va a ser sencillo remodelar el Medio Oriente una vez que la perniciosa influencia de Hamás sea destruida, y es muy probable que las soluciones viables y factibles no vayan a ser del agrado de muchos.

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