Soldados vieron actividad sospechosa de Hamás antes del 7 de octubre

La masacre de Hamás el 7 de octubre fue precedida por meses de señales de advertencia observadas por personal de vigilancia de las FDI y desestimadas por considerarlas sin importancia por los funcionarios de inteligencia, revelaron dos mujeres soldado, informó The Times of Israel.

Al menos tres meses antes del ataque, los soldados de vigilancia que servían en una base en Nahal Oz informaron señales de que algo inusual estaba ocurriendo en la frontera de Gaza, situada a un kilómetro de ellos.

La actividad reportada por los soldados incluía información sobre terroristas de Hamás que realizaban sesiones de entrenamiento varias veces al día, cavaban hoyos y colocaban explosivos a lo largo de la frontera.

Quienes recibieron los informes no tomaron ninguna medida.

Los soldados de vigilancia de las FDI, denominados en hebreo Tatzpitaniot, pertenecen al Cuerpo de Inteligencia de Combate y operan a lo largo de las fronteras del país, así como en toda Judea y Samaria.

Muchos se refieren a los soldados de vigilancia como “los ojos del ejército”, ya que brindan información de inteligencia en tiempo real a los soldados en el campo, las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Los soldados recopilan información a través de una variedad de cámaras, sensores y mapas, y se espera que estén muy conscientes de cada pequeño cambio que ocurre en los 15 a 30 kilómetros de tierra que cada uno es responsable de monitorear.

Una vez que los soldados de vigilancia han recopilado la información relevante, se pasa a la cadena de mando, incluso a los funcionarios de inteligencia, quienes luego determinan qué pasos deben tomarse.

Sin embargo, según los relatos de las dos soldados de vigilancia estacionadas en una base del Kibutz Nahal Oz, las señales de lo que estaba por venir el 7 de octubre nunca fueron tomadas en serio.

En un segmento transmitido el miércoles por la cadena israelí Kan, dos soldados, Yael Rotenberg y Maya Desiatnik, contaron sus experiencias en los meses previos al ataque y hasta las 6:30 a.m. del sábado 7 de octubre.

Rotenberg recordó haber visto con frecuencia a muchos palestinos vestidos de civil acercarse a la valla fronteriza con mapas, examinando el suelo a su alrededor y cavando agujeros. Una vez, cuando le pasó la información, le dijeron que eran agricultores y que no había nada de qué preocuparse.

Ella estaba dormida cuando comenzó el ataque y de los soldados de vigilancia que se encontraban en la vivienda esa mañana, ella es la única que sobrevivió. Desiatnik, que estaba de servicio, fue el único otro soldado de vigilancia en la base que no fue asesinado ni secuestrado.

“Es exasperante”, le dijo a Kan sobre el fracaso de la inteligencia. “Vimos lo que estaba pasando, se lo contamos y fuimos nosotros los que fuimos asesinados”.

Los terroristas de Hamás entrenaban en la valla fronteriza sin parar, le dijo Desiatnik a Kan. Al principio, era una vez a la semana, luego una vez al día y luego casi constantemente.

Además de transmitir información sobre la frecuencia del entrenamiento que se lleva a cabo en la valla, el soldado de vigilancia dijo que recopiló evidencia del contenido del entrenamiento, que incluía cómo conducir un tanque y cómo cruzar a Israel a través de un túnel.

A medida que aumentaba la actividad en la frontera, se dio cuenta de que “era sólo cuestión de tiempo” hasta que algo sucediera.

Amit Yerushalmi y Noa Melman, exvigilantes, corroboraron los relatos de los dos supervivientes en una entrevista publicada por el Canal 12 el jueves por la mañana.

Yerushalmi había terminado su servicio obligatorio un mes antes del 7 de octubre y había observado el aumento de la actividad en la frontera de Gaza en los meses previos a su liberación.

“Nos sentamos por turnos y vimos el convoy de furgonetas. Vimos el entrenamiento, gente disparando y rodando, practicando cómo apoderarse de un tanque. Los entrenamientos pasaron de una vez por semana a dos veces por semana, de todos los días a varias veces al día”, dijo a Canal 12.

“Vimos patrullas a lo largo de la frontera, gente con cámaras y binoculares. Ocurrió a 300 metros de la valla. Hubo muchos disturbios, la gente bajó a la valla y detonó una cantidad escandalosa de explosivos, la cantidad de explosivos era una locura”.

Al igual que Rotenberg y Desiatnik, Yerushalmi dijo que pasó la información, pero que nadie parecía tomársela en serio.

“Vi lo que estaba pasando, anoté todo en la computadora y lo transmití. No sé qué pasó con eso, en realidad no sabemos qué hacen con la información”.

Melman terminó su servicio obligatorio hace unos nueve meses, pero dijo al Canal 12 que incluso entonces había indicios de lo que estaba por venir, incluida una valla fronteriza simulada levantada por Hamás para que los terroristas practicaran, una y otra vez, hacer estallar la frontera y cruzar al otro lado.

“Nuestros comandantes nos dijeron que informáramos lo que vimos, pero todos lo trataron como si fuera normal, como si fuera una rutina”, dijo.

El miércoles por la tarde, el Canal 12 adquirió y transmitió imágenes de vídeo en las que se puede ver un convoy de camionetas blancas, usadas por los terroristas de Hamás el 7 de octubre, pasando la valla fronteriza, llegando en un momento a detenerse mientras los conductores observaban la frontera.

Si bien el Canal 12 ha dicho que las imágenes fueron tomadas un mes antes del 7 de octubre, esta afirmación ha sido cuestionada, y otros informes afirman que fueron capturadas solo una semana antes.

Un corresponsal militar de Ynet lo llamó “noticia vieja” en una publicación en X, anteriormente Twitter. “Estas son camionetas con agentes de Hamás; Han estado patrullando la carretera fronteriza de Gaza todos los días desde 2015”, añadió.

Yerushalmi explicó al Canal 12 que la patrulla que aparece en el reciente video difiere de las patrullas regulares, aunque no explicó por qué.

“Cuando vimos el convoy de camionetas dijimos que era sospechoso, no debería pasar, no es algo que hagan diariamente. En los dos años que estuve en el servicio, nunca vi nada parecido”.

En las semanas previas al 7 de octubre, Rotenberg notó que los esfuerzos de los soldados de Hamás se concentraban en dos puntos específicos del área que ella era responsable de rastrear.

Sin embargo, siguió escuchando de sus comandantes que no era importante y que no se podía hacer nada al respecto.

El 7 de octubre, las áreas destacadas por Rotenberg eran sólo dos de los múltiples puntos a lo largo de la valla a través de los cuales 2500 terroristas de Hamás irrumpieron en Israel.

Desiatnik comenzó su turno a las 3:30 a. m. del 7 de octubre. Comenzó normalmente, le contó a Kan, pero a las 6:30 am todo cambió.

“Vimos gente corriendo hacia la frontera desde todas direcciones, corriendo con armas. Vimos motocicletas y camionetas conduciendo directamente hacia la valla”, dijo. “Los vimos volar la valla y destruirla. Y es posible que hubiéramos estado llorando, pero seguimos haciendo nuestro trabajo al mismo tiempo”.

Fue entonces cuando les cortaron las cámaras.

En declaraciones al Canal 12, Yerushalmi se refirió a lo que los supervivientes de la masacre sienten que es un completo fracaso de las FDI a la hora de protegerlos después de no tomar en serio sus advertencias.

“Ellos [los soldados de vigilancia] entendieron lo que estaba sucediendo y sabían exactamente qué hacer. Generalmente con estos eventos uno comprende muy rápidamente lo que está sucediendo.

“Nos enseñaron que informaríamos sobre el incidente, dirigiríamos helicópteros al lugar y alguien vendría a salvarnos”, dijo. “Nuestra misión era proteger el Kibutz, no a nosotros mismos. Siempre decían que alguien vendría a protegernos”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío